'El estatus de región asociada a la UE no existe'

Alain Lamassoure (Pau, 1944) ex ministro francés de Asuntos Europeos y vicepresidente de la UDF (Unión para la Democracia Francesa) por la que es eurodiputado, compareció ayer ante la Comisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior del Parlamento vasco para explicar la marcha de los debates en la Convención Europea, de la que también es miembro, sobre el futuro de la UE. En una entrevista mantenida ayer con este diario, negó que exista en la Unión Europea el estatus de región o nación asociada que Ibarretxe plantea para Euskadi. 'Los ladrillos con los que se construye la catedral europea son los Estados', recalcó.

Entusiasta de la cooperación transfronteriza, entre las contribuciones de Lamassoure a la Convención se encuentra una que aborda el papel de las regiones en la futura organización de la UE. Pese a que algunas de sus ideas han sido ya descartadas o rebajadas, Lamassoure anunció ayer que volverá a pedir la creación de un grupo de trabajo sobre el particular. Ha recogido ya una treintena de firmas. 'Si logramos unas cuarenta o cincuenta, será difícil que la Convención no acepte crear el grupo', dijo. Hace diez días, el presidente de la Convención, Valérie Giscard d'Estaing, descartó esa posibilidad, aunque sí se mostró abierto a celebrar una reunión monográfica sobre el papel de las regiones una vez cerrados, en junio, los trabajos de la Convención.

En su comparecencia de ayer, el eurodiputado francés anunció también que, sea o no creado ese grupo de trabajo, la semana próxima presentará una proposición para que un artículo de la futura Constitución Europea reconozca el derecho 'de los Estados' a presentar un listado de las regiones o ciudades a las que desean otorgar un estatus de 'socias' en la UE.

Pregunta. El lehendakari ha presentado una propuesta en la que promueve para el País Vasco un estatus de región o nación asociada en Europa. ¿Existe ese estatus, es esto practicable?

Respuesta. No. Ese estatus no existe en el derecho europeo. Europa se construye desde los Estados.

P. Si su propuesta fuera aceptada, ¿podría una región, sin el acuerdo de su Estado, acceder a esa consideración de región socia de la UE?

R. No. Mi propuesta trata de darles un papel, pero los ladrillos con los que se construye la futura catedral de la UE son los Estados y ha de ser siempre a través de ellos como las regiones obtengan un papel. Mi idea puede resultar incluso un poco maliciosa, porque en realidad supone reafirmar a los Estados. La Unión no se va a mezclar en los asuntos de cada país con sus regiones, no va a decir a España ni a nadie cómo debe organizarse con ellas.

P. ¿Daría su propuesta derecho a las regiones a sentarse en el Consejo de Ministros?

R. No. Sólo podrían hacerlo, si, como propongo, el Consejo se convierte en una segunda Cámara legislativa y los Gobiernos hacen sitio en su delegación a los parlamentos nacionales y, si así lo deciden, a las cámaras o gobiernos regionales.

P. Ibarretxe pide también 'capacidad de establecer relaciones con los territorios vascos de Iparralde ubicados en el Estado francés'. ¿Cuál es su opinión?

R. La cooperación transfronteriza, que ha funcionado, sólo seguirá siendo posible si estamos seguros de que no hay ambigüedades, ni intención de mezclarse en los asuntos del otro ni ninguna intención hegemónica: los vascos españoles son diez veces más numerosos que los franceses y la mitad de la población del País Vasco francés no tiene ninguna relación ni origen vasco. Aquí la historia es diferente, y además trágica, y hay reclamaciones que en nosotros son marginales.

P. ¿Le molestan a usted las referencias al País Vasco francés como parte de un todo?

R. Me molesta cualquiera que trate de meterse en mis asuntos. Participamos de una cultura vasca, pero tenemos historias, problemas y aspiraciones diferentes.