30 detenidos en Barcelona en una marcha contra el 12 de octubre
La policía acusa a los arrestados de desórdenes públicos, atentado y manifestación ilegal
Un total de 30 detenidos, 11 de ellos menores de edad, decenas de contenedores cruzados en la calle y varios escaparates de oficinas bancarias rotos. Ese es el resultado de la manifestación contra el Día de la Hispanidad convocada ayer por la denominada Plataforma Antifascista, que reunió a 400 personas en el centro de Barcelona. La policía asegura que la marcha no había sido comunicada a la Delegación del Gobierno, por lo que era ilegal. De ahí que, nada más echar a andar, los agentes antidisturbios cargasen con contundencia contra los manifestantes. Los enfrentamientos se prolongaron durante más de dos horas en varias zonas.
Desde primera hora de la mañana todo indicaba que aquella manifestación era atípica. Había sido convocada a las once de la mañana en la plaza de Urquinaona de Barcelona y no arrancó hasta las 12.30 horas, cuando llegó una singular pancarta de cabeza con el lema: Basta de homofobia, basta de sexismo. Lesbianas y gays contra el fascismo. Detrás, ninguna pancarta más y unas pocas banderas dispares: independentistas; con la hoz, el martillo y la estrella de cinco puntas, y la anarquista, roja y negra.
Hasta que arrancó la manifestación, la policía había montado filtros en todas las esquinas de la plaza de Urquinaona para reclamar la identificación a algunas personas, en función de su indumentaria, y registrarle los macutos. Siete jóvenes fueron detenidos en esas acciones. Los otros 23, durante las cargas, a lo largo de unas dos horas. La policía asegura que a los arrestados se les intervinieron tres botellas con gasolina, tirachinas, cadenas, pasamontañas, pañuelos, petardos y trípticos con consejos sobre cómo actuar en casos así.
Cuando la manifestación empezó a andar por la ronda de Sant Pere en dirección a la plaza de Catalunya, buena parte de los manifestantes, especialmente los de la cabecera, ya se habían cubierto la cabeza con capuchas. Tuvieron tiempo para corear los lemas habituales contra la policía 'que tortura y asesina'; contra la delegada del Gobierno, Julia García-Valdecasas, a la que deseaban 'pim pam pum', o contra el 12 de octubre, 'nada que celebrar'. Minutos después, a la altura de El Corte Inglés, la policía les impidió el paso. Fueron recibidos al grito de 'no sois nada sin pistola' y al poco intentaron bajar en dirección al Portal de l'Àngel. La policía lo impidió y empezaron las primeras carreras.
Los manifestantes se dispersaron por el Eixample y aparecieron decenas y decenas de furgonetas antidisturbios en medio de un paseo de Gràcia muy concurrido porque estaban abiertos casi todos los establecimientos, pese a ser festivo. En la calle de Casp fueron volcados contenedores de basura y de vidrio que servían a los manifestantes para proveerse de botellas que después arrojaban a la policía. En la confluencia con la calle de Pau Claris fueron detenidas seis personas. Los incidentes no habían hecho más que empezar, los ánimos estaban relativamente calmados y la policía dispensó un buen trato a todo el mundo. Los detenidos no fueron esposados y se los retuvo de pie hasta que fueron introducidos en una furgoneta policial. Los fotógrafos y periodistas pudieron trabajar sin problemas.
Una hora y media después, la escena era muy distinta. En la calle de les Floristes de la Rambla fueron detenidas cinco personas, que pasaron 15 minutos estiradas en el asfalto con las manos esposadas. Había varias furgonetas antidisturbios, pero la policía les tuvo literalmente con la cara pegada al suelo hasta que llegaron otras dotaciones. La policía impidió a un fotógrafo que recogiera la escena y los periodistas fueron invitados con malos modos a irse.
Entre 16 y 27 años
De los 30 detenidos, 11 tienen entre 16 y 18 años y serán puestos a disposición de la Fiscalía de Menores. Uno de ellos ya salió anoche en libertad sin cargos. El resto tienen entre 18 y 27 años. La policía asegura que varios detenidos son militantes de las organizaciones independentistas radicales Endavant y Maulets y que algunos tienen antecedentes. Todos son vecinos de Barcelona o del área metropolitana.
La policía les acusa de participar en manifestación ilegal y de acudir con objetos peligrosos. También les imputa los delitos de desórdenes públicos y atentado, pero la acusación formal la realizará la fiscalía. Anoche no se sabía todavía cuándo pasarían a disposición judicial. Los detenidos fueron conducidos a la comisaría de La Verneda, donde en la tarde de ayer se concentraron 200 personas, en su mayoría familiares y amigos de los detenidos.
La Plataforma Antifascista, convocante de la manifestación, repartió ayer entre los periodistas unas octavillas en las que se afirma: 'A través de la desinformación sistemática, la prepotencia institucional, las mentiras repetidas hasta la saciedad por los medios de comunicación con tal de hacerlas verdades absolutas, se intenta crear un modelo de pensamiento único con un discurso sumamente pedagógico'.
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