Un superordenador mundial
El World Wide Web, la Red, nació por la necesidad de comunicarse de los científicos del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) de Ginebra. Pero lo que en principio era una herramienta de trabajo para la comunidad científica ha llegado a los hogares de todo el mundo. No obstante, los científicos también se aprovechan de los desarrollos que la industria idea para el usuario doméstico. Los informáticos del CERN de todo el mundo diseñan una estructura informática a gran escala llamada GRID informático -uno de los campos de investigación que promueve el VI Programa Marco-, que permita procesar la ingente cantidad de datos que producirá el nuevo acelerador, el LHC. Y lo están haciendo a partir de procesadores de ordenadores de uso doméstico.
Javier Sánchez, responsable de los Servicios Informáticos del Instituto de Física Corpuscular de Valencia, es uno de esos informáticos. Sánchez tiene ya esamblados 134 procesadores que forman a espaldas de su lugar de trabajo una muralla rugiente. Este muro informático precisa temperaturas ambientales bajísimas para estar en marcha sin sobrecalentarse. Como consecuencia, Sánchez trabaja en una especie nevera. 'La industria produce y diseña los procesadores de ordenadores que la gente puede comprar, porque le resulta rentable. A partir de estos procesadores, que son baratos, estamos diseñando un macroordenador con varios miles de ellos que estará repartido por todo los centros de investigación del mundo y que permita procesar los datos del LHC', explica. 'Sólo queda que la red crezca, que se mejore la velocidad de conexión a internet, porque de cara a 2007 se van a producir tantos datos en el LHC que la red se habrá quedado pequeña', añade.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.