Hans Holmer, investigador del asesinatode Olof Palme

Hans Holmer, jefe del primer equipo que investigó el asesinato del ex primer ministro de Suecia Olof Palme, falleció en su domicilio en una ciudad del sur del país, tras una larga enfermedad, a la edad de 71 años. Holmer, que se encontraba en un hotel al norte del país la noche del 28 de febrero de 1986, en que fue asesinado Palme, regresó de inmediato a la capital para hacerse cargo de las investigaciones.

Periodistas del mundo entero aguardaban cada día sus famosas conferencias de prensa, en las que solía utilizar, con un revólver delante de su mesa , figuras poéticas para describir el estado de las investigaciones. Fue el inventor de la llamada pista kurda, que atribuyó al Partido de los Trabajadores Kurdos la autoría del asesinato. En función de ello, realizó una serie de operativos contra miembros de esta organización en Suecia, que suscitaron protestas e incluso entraron en colisión con los representantes de la justicia.

Su nombre adquirió notoriedad internacional, ya que el atentado contra Palme causó estupor en el mundo entero. Y mucho más las circunstancias anteriores y posteriores al crimen, que dieron lugar a la sospecha de que se había tratado de un crimen político minuciosamente preparado. Holmer fue destituido de su cargo un año después sin que su gestión dejara ningún progreso en las investigaciones. Pero siguió trabajando extraoficialmente en la pista kurda.

Fue nombrado posteriormente representante de Suecia en las Naciones Unidas como experto en problemas de narcotráfico, con sede en Viena, durante los años 1988 y 1989. Y fue entonces cuando explotó una veta hasta entonces desconocida de su personalidad, la de escritor de novelas policiacas. Debutó como tal en 1988, con Olof Palme es asesinado, a la que siguieron una decena de títulos, el último de ellos Blodshämnd (Venganza sangrienta), el año pasado. Su tarea de escritor le dio más satisfacciones que la de policía.