La EMT aclara
En su sección Contestador Automático de EL PAÍS, edición de fecha 5 de septiembre de 2002, aparecen publicados dos escritos en los que don Pedro y don Francisco se quejan del servicio prestado por las líneas 29 y 46, respectivamente, durante este verano.
En relación con dichos escritos, debemos significar que la programación del servicio en las líneas de la EMT se realiza en función de la demanda de viajeros existente en cada una de ellas durante los diferentes periodos del año, motivo por el que en aquellas épocas en las que se registra una disminución de la demanda de viajeros, como así sucede en los meses de verano, se adecua en paralelo la oferta de servicio a esta nueva situación, si bien afectándola de una reducción inferior a la experimentada por la demanda y garantizando siempre unas condiciones adecuadas para el transporte.
Por otra parte, se ha de señalar que la reducción del número de autobuses en las diferentes líneas no supone, en general, un incremento excesivo de los intervalos de paso entre vehículos previstos para cada una de ellas en periodo de invierno, sino, por el contrario, frecuencias similares o como mucho un ligero aumento de las cadencias de paso, ya que la mayor velocidad que se registra en estos periodos hace que se obtenga un mayor rendimiento de los coches en servicio, si bien las incidencias puntuales de tráfico, como bien pudo ocurrir en los escritos mencionados, pueden originar en ocasiones retrasos en la marcha de los autobuses, dando lugar a una alteración de las frecuencias programadas.
Asimismo debemos añadir que, al no facilitarse, en ninguno de los dos mensajes, información concreta del día y la hora en que se produjo la irregularidad señalada, no podemos explicar cuáles fueron las razones causantes de la misma, así como las medidas concretas que se adoptaron para, en su caso, minimizar los efectos que aquéllas hubieran producido.
