La peculiar familia de 'Los Soprano' regresa a Canal +

La genial y peculiar familia Soprano se instalará mañana en el espacio de Canal + Noche de series. Todos los domingos (22.30), la cadena de pago estrenará un capítulo de la tercera temporada (13 en total), que, como los anteriores, vienen cargados de rebosante realismo y de un lenguaje directo y duro.

Tony Soprano, recién levantado y con el pelo revuelto, se pasea enfundado en una bata que anula cualquier resto de dignidad. Carmela, su mujer, está aprendiendo a jugar al tenis. El hijo, Anthony Jr., monta en sakteboard y hace el vago mientras su hermana, Meadow, trata de adaptarse a la Universidad. Las primeras secuencias de la tercera temporada de Los Soprano parecen describir la vida de una familia tan normal como aburrida; nadie diría que Tony acaba de matar a un amigo soplón.

La segunda temporada terminó con Pussy Bonpensiero en el fondo del mar. Tony, Silvio y Paulie se lo llevaron a hacer un crucero sin billete de vuelta. Pussy, consciente de que hablar con el FBI es un pecado mortal en su gremio, sabía cuál era su destino en ese viaje, y lo aceptaba con la misma resignación con la que sus amigos cumplían con su obligación: apretar el gatillo con dolor pero con rigor.

Ésa es la esencia de Los Soprano, que hoy arranca su tercera temporada. La serie muestra el contraste entre el día a día de la mafia frente a elementos tan comunes como el matrimonio, la paternidad o el estrés. La producción, que es, a juicio de muchos, el mejor producto que ha dado la televisión en la última década, sigue marcando límites memorables. Y hay secuencias sublimes en esta temporada, como el altercado de Christopher y Paulie con dos tipos de la mafia rusa.

David Chase, el creador de la serie de la HBO, introduce una línea narrativa cada año. Primero fueron los conflictos de Tony con su trabajo y su salud mental; la temporada pasada, Tony se enfrentaba al dilema de su madre, atrapado como estaba en la red de la pérfida Livia (la actriz Nancy Marchand falleció antes de que empezara el rodaje de la tercera temporada; el personaje fue recuperado para algunos episodios con técnicas digitales).

Los nuevos capítulos describen el papel de Tony como padre de familia. Cuando Tony, presionado por su hija, insiste en que la mafia no existe (como decía Al Capone) y en que son una familia normal, Meadow le recuerda que sus amigos del instituto nunca han encontrado fajos de billetes o un revólver del 45 enterrados en el jardín.

La segunda temporada se despidió con un plano largo bajo el Baubles, bangles and beads, de Frank Sinatra. La tercera comienza con una mezcla de Peter Gunn, de Henry Mancini, y Every breath you take, de Police. Se repite la estrofa principal, 'I'll be watching you' ('Te estaré mirando'), mientras el FBI coloca un micrófono en la casa de Tony.