Dueñas de sí mismas
Intelectuales, líderes de masas o simplemente esposas, estas seis mujeres rompieron con el estereotipo de madre y consorte abnegada para tomar las riendas de sus vidas. Es el caso de Eva Duarte de Perón, mujer adorada y odiada que todavía hoy, cuando se cumplen 50 años de su muerte, ejerce una fuerte influencia en la política argentina. La biografía de Alicia Dujovne muestra a la hija ilegítima, actriz, amante, esposa y primera dama como una mujer insegura, abrumada por sus responsabilidades, pero decidida a transformar Argentina... aunque fuera desde una perspectiva caritativa que nunca cuestionó el orden social. La autora recoge las críticas más comunes de los detractores de Evita y, una a una, las va desmenuzando con el propósito de que se comprendan las razones de esta mujer fascinante y polémica.
Virginia Woolf también fue una mujer acostumbrada a la controversia. Promotora del Grupo de Bloomsbury, que reunió a algunos de los intelectuales británicos más prominentes de comienzos del siglo XX, es considerada una de las fundadoras del feminismo. Su biógrafo, Nigel Nicolson, es hijo de la escritora Vita Sackville-West, con quien Woolf mantuvo una compleja relación sentimental. Nicolson, detallado y preciso, se detiene en descubrir aspectos oscuros de la biografiada, como su molesta arrogancia, su complejo de inferioridad frente a Sackville-West o ciertas inconsistencias teóricas.
Cosima Wagner, hija de Franz Liszt, esposa del director de orquesta Hans von Bülow primero y de Richard Wagner después, amante de Friedrich Nietzsche, también tuvo una vida de las que merecen ser contadas. François Giraud, autora de una treintena de libros y ex secretaria de Estado del Gobierno francés, narra sin apasionamientos la historia de esta mujer inteligente, voluntariosa y atractiva que consagró buena parte de su vida a la promoción de la obra de su segundo marido impulsando el festival de Bayreuth.
La salvadoreña Consuelo Suncin tuvo una vida sentimental agitada antes de conocer a Antoine de Saint-Exupéry. Memorias de una rosa se centra sin embargo en sus quince años de difícil matrimonio con el aviador francés, a quien sirvió de inspiración para escribir El principito y Vuelo nocturno.
Anita Delgado tenía 16 años y bailaba en el Frontón Kursaal de San Sebastián cuando en 1906 un maharaja de la India cayó prendando de su figura. La joven, como en los cuentos de hadas, se casó con el monarca y marchó a su palacio en el Punjab. Elisa Vázquez de Gey se detiene en la parte menos conocida de su historia: el matrimonio, la ruptura y el regreso a España de la maharaní, que moriría en Madrid el 7 de julio de 1962.
Una mujer cuya imagen gana con el tiempo es Frida Khalo (1910-1954). Una persona en la que confluyeron arte, política, dolor, pasión-amor, fuerza y aventura. La pintora mexicana, casada con otro gran artista de su país, Diego Rivera, que a pesar de sus impedimentos físicos vivió una existencia muy activa. Hayden Herrera escribió la biografía que inspiró la película que ha protagonizado Salma Hayek. Una existencia en la que aparecen figuras como Trotski y Rockefeller, y que hoy ya es un símbolo universal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.