400 mexicanos mueren cada año al intentar entrar en EE UU

México lanzará una ofensiva diplomática tras las legislativas estadounidenses de noviembre para recuperar la negociación de un acuerdo migratorio, detenido por los atentados del 11-S y las elecciones. El objetivo a corto plazo es ampliar el cupo de temporeros, cerca de 60.000. Cuatro millones de mexicanos residen ilegalmente en Estados Unidos y casi 400 mueren cada año en su intento por cruzar la frontera, según el último estudio del Colegio de la Frontera Norte.

Un acuerdo migratorio completo; esto es la legalización de la mayoría de los cuatro millones de mexicanos ilegales, es prácticamente imposible en las actuales circunstancias: la seguridad ocupa toda la agenda estadounidense y el emigrante es más sospechoso que aliado. La cancillería (Ministerio de Exteriores) mexicana intentará convencer a Washington de que la legalización de los braceros, su identificación en domicilios y trabajos, contribuirá a la seguridad.

A la espera de que esos argumentos sean atendidos, buscará un programa de temporeros que constituya el arranque hacia otras concesiones. La aplicación técnica del programa es complicada y obliga a frecuentes reuniones, y a interlocutores ahora ocupados en otras discusiones. De hecho, los cambios registrados en los aparatos de seguridad de Estados Unidos llevarán a un nuevo Comisionado de Migración.

La presidencia de George Bush, por otra parte, ha comunicado a México, según fuentes oficiales, la imposibilidad de atender las negociaciones al nivel e intensidad requeridos porque, entre otras razones, la emigración es 'electoralmente complicada'.

El cruce de la frontera hacia los Estados norteamericanos sureños es más peligroso desde que, hace ocho años, Estados Unidos ejecutara la Operación Guardián: una mayor vigilancia de los pasos fáciles para disuadir forzando el tránsito por los más inciertos. No se ha conseguido. Jorge Santibáñez, director del Colegio de la Frontera Norte, informó en un foro que entre 1998 y el pasado año murieron 1.500 mexicanos, 'muchos más fallecimientos de los que ocurren en países en guerra y en zonas de conflicto. En la región Israel-Palestina no hay tantas muertes en un periodo tan corto', dijo.

El efecto de la crisis

El número de detenciones anuales se acerca a las 900.000, un 28% menos que el pasado año, según organizaciones que se ocupan de los derechos de los emigrantes. Las estadísticas disponibles señalan que la recesión norteamericana ha sido más eficaz que las patrullas fronterizas, y cientos de miles de mexicanos optaron por no aventurarse ante el temor de no encontrar trabajo.

Quienes siguen intentándolo se adentran, en su mayoría, por los desiertos y montañas de Arizona, que se cobran el mayor número de vidas. La mayoría contratan a polleros que les cobran 1.500 dólares por persona y, en ocasiones, los abandonan a su suerte.

Dirigentes de derechos humanos de la ciudad de San Diego, en California, calcularon que el número de indocumentados muertos alcanzó la cifra de 2.200 en ocho años.

De acuerdo con el director de la organización religiosa Comité de Servicios Amigos de las Américas (AFSC), Christian Ramírez, la Operación Guardián ha sido un fracaso: 'Aquí estamos, después de ocho años, de miles de millones de dólares invertidos en controlar inútilmente la migración y luego de 2.200 muertes, con la misma vergüenza'.