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Fernández Díaz reclama el mérito de sostener a CiU

El Partido Popular exhibió ayer con orgullo los seis años de colaboración parlamentaria con Jordi Pujol. Su presidente, Alberto Fernández Díaz, se movió con equilibrio entre la crítica -sobre todo por la posición ante la situación en el País Vasco- y el elogio, pero quiso empujar en la dirección contraria por la que ha optado CiU: si la legislatura es positiva, dijo, es precisamente gracias a la estrecha colaboración parlamentaria entre el PP y CiU. Aunque lanzó varios avisos por si Convergència sigue con sus reivindicaciones nacionalistas, Fernández Díaz dejó clara su predisposición a mantener el apoyo parlamentario al Ejecutivo.

Fernández Díaz afrontaba también su último debate de política general como jefe del grupo parlamentario, a sólo tres semanas del aterrizaje de Josep Piqué en Cataluña y con el cartel ya colgado de candidato a la alcaldía de Barcelona. Liberado de la presión de otras veces, cuando se examinaba no sólo al jefe del grupo parlamentario, sino también al hombre de Aznar en Cataluña, Fernández Díaz se mostró suelto y seguro de sí mismo y reivindicó para su partido el mérito de los aspectos positivos que a su juicio ha tenido la legislatura.

'Si usted gobierna en Cataluña es gracias al Partido Popular', recordó Fernández Díaz, quien se sintió corresponsable de buena parte de la acción de Gobierno de CiU, hasta el punto de considerar que 7 de las 10 medidas de Gobierno destacadas recientemente por el conseller en cap, Artur Mas, como positivas estaban inspiradas directamente por el PP. 'No está mal, pero tenemos que continuar', afirmó, 'porque la colaboración ha sido positiva para los catalanes'.

Pese a ello, Fernández Díaz no ocultó su enfado por los desencuentros con CiU, que atribuyó a 'cálculos electorales' de la federación nacionalista. 'Le pido que ponga el acento en una acción eficaz de gobierno, que es como se ganan siempre unas elecciones, y no en estrategias de desgaste del PP, que es como pueden perderse', reclamó a Pujol. Y concluyó su intervención instándole a contestar con claridad con qué apoyos cuenta para llegar al final de la legislatura.

El presidente de la Generalitat rehusó responder a la pregunta y en sus réplicas se mostró muy amable con Fernández Díaz -incluso le agradeció el 'elevado nivel' del debate-. No obstante, la coincidencia de fondo no impidió la sucesión de momentos ásperos, especialmente cuando ambos debatieron sobre el País Vasco y la ilegalización de Batasuna.

Pujol no se anduvo por las ramas, pese a la irritación de Fernández Díaz: reiteró su 'simpatía' por el nacionalismo democrático vasco y exclamó que CiU no se dejará 'pasar por el aro', que es lo que en su opinión persigue el PP. 'Querían un instrumento y ya lo tienen , pero ahora lo aplican ustedes, que saben hasta qué punto es bueno e incluso saben la orientación de los tribunales', afirmó. Además, Pujol reiteró que cuando estaba en la oposición, el PP utilizó el problema del terrorismo de forma 'partidista y sectaria'.

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