Adiós a las vegas del litoral
En un interesante trabajo publicado en El PAÍS Andalucía (Adiós a Salobreña, 10.9.02) Ian Gibson ha anticipado la desaparición de las Vegas de Salobreña y de Motril en la comarca de la Costa de Granada, a raíz de la practica urbanística que viene desarrollándose en dichos municipios en los últimos años. Según Gibson, dicha política urbanística local significará el fin del cultivo de la caña de azúcar en España, introducido en España en el siglo octavo por los árabes y que desde España pasó a América Latina.
En realidad, no solo va a desaparecer un cultivo exótico y en este momento escasamente rentable, sino que el imparable proceso de urbanización con destino a la construcción de residencias secundarias en la comarca granadina citada significará la extinción de la agricultura y de cualquier otra forma de actividad productiva alternativa a la construcción residencial de temporada
La presencia de un clima templado permitió que la caña de azúcar pudiese cultivarse en la costa de la provincia de Granada y en la de Málaga durante siglos. La caña se mantuvo en dicho ámbito geográfico gracias a la barrera climática que suponían las sierras que mantenían aislada a la costa del resto de la provincia granadina (Almijara, Lujar, Contraviesa). En la postguerra civil llegaron a 'moler caña' seis azucareras y una alcoholera entre Motril y Salobreña.
Como se ha puesto recientemente de manifiesto en Cuba, la competencia del azúcar de remolacha, junto al estancamiento o descenso mundial de la demanda global de azúcar, han reducido la rentabilidad de la caña. La demanda de ron y de azúcar morena permitiría subsistir sólo a una parte de las parcelas ahora dedicadas a dicho cultivo. La Costa de Granada ha tardado en superar esta crisis de rentabilidad. Ha sido tan prolongado el tiempo de cultivo de la caña que hasta en el habla de estas ciudades abundan los términos ligados al cultivo y cosecha de la caña.
Se previno en principio que los cultivos de frutos subtropicales (chirimoya, aguacate, mango) iban a ser buenos sustitutivos de la caña, pero los precios de los frutales citados no han tenido una rentabilidad suficiente. Con retraso respecto de Almería, los cultivos bajo invernadero hicieron su aparición en la Costa de Granada. Se ha desarrollado una intensa actividad mediadora y de transformación en las denominadas 'alhóndigas' de frutos. Esto ha supuesto la creación de un numero importante de puestos de trabajo en dicha Costa.
La extensión destinada al cultivo de la caña de azúcar ha retrocedido ampliamente, aunque todavía aporta verdor a amplias extensiones de la Vega del Guadalfeo (Motril-Salobreña). El cultivo citado se ha visto desplazado por la construcción de viviendas de temporada y por los invernaderos, cuya rentabilidad varia bastante de un año a otro, pero que en años normales permite resultados de hasta siete-ocho millones de pesetas por hectárea.
El futuro de las vegas de Motril y Salobreña dependerá del destino que en los respectivos planes urbanísticos se le conceda al suelo agrícola. La dependencia de las corporaciones locales respecto de los ingresos fiscales ligados a la construcción inmobiliaria es elevada. Las recaudaciones asociadas con la licencia de obras, impuesto de plusvalías e impuesto de bienes inmuebles suponen la parte decisiva de los ingresos de los gobiernos locales. Los ayuntamientos consideran positivo para las ciudades que gobiernan aquello que en realidad es conveniente para las haciendas locales, pero no necesariamente para la actividad productiva y el empleo del municipio.
La comarca costera granadina supone el 12% del empleo total de la provincia de Granada y casi la mitad del valor de la producción final agrícola. En la ultima estimación efectuada por el INE de los niveles provinciales y regionales de Producto Interior Bruto (PIB) de España (Contabilidad Regional de España. Base 1995. Serie 1996-2001) la provincia de Granada aparecía en el puesto antepenúltimo de entre las 50 provincias de España en cuanto PIB por habitante (68,8% de la media nacional en 2000), solo por encima de Jaén (67,1%) y de Badajoz(59,9%). El bajo número de empleos por cien habitantes, inferior a la media nacional y de Andalucía, así como la reducida calidad de bastantes de los puestos de trabajo existentes explican la crónica baja posición de la provincia de Granada en el citado ranking nacional.
La conversión de las vegas de Motril y Salobreña en solares con destino a la construcción de viviendas de temporada llevará a la desaparición gradual, no solo de la caña de azúcar, sino también de cualquier otra forma de actividad que no sea la construcción residencial. Los vecinos del área metropolitana de Granada pueden aspirar legítimamente a poseer una vivienda en lo que hoy son las vegas de Motril y Salobreña, pero los actuales habitantes de la comarca de la Costa de Granada están más legitimados para desear mantener sus puestos de trabajo.
Se impone buscar una solución de equilibrio para el destino del suelo citado antes de que sea demasiado tarde. La sustitución del destino del suelo (segundas viviendas en lugar de agroindustria) en cuestión no llevará precisamente a que la provincia de Granada mejore su baja posición entre las provincias españolas en lo relativo al nivel de renta per capita. De camino deberá decidirse el destino del agua que va a embalsar la presa de Rules, que al paso que van las cosas terminará siendo usada lejos de la Costa de Granada.
Julio Rodríguez es presidente del Consejo Social de Granada.
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