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La restauración de las pinturas de Luca Giordano descubre a un maestro del dinamismo y el color

Focus exhibe en Sevilla 27 óleos, los mejores de los 160 que posee Patrimonio Nacional

Margot Molina

Patrimonio Nacional posee nada menos que 160 obras del pintor napolitano Luca Giordano, una figura capital del Barroco europeo que la moda academicista del XVIII relegó colgándole el sambenito de muralista. La exposición Luca Giordano. Obras maestras en el Patrimonio Nacional, que se inaugurará hoy en el Hospital de Los Venerables de Sevilla, reúne 27 de sus mejores lienzos. 'Después de quitar los repintes atroces que sufrieron los lienzos tras la Guerra de la Independencia, hemos descubierto una explosión de color y un dinamismo que permanecían ocultos', aseguró ayer en Sevilla Alfonso Pérez Sánchez, comisario de la muestra y presidente honorario del Museo del Prado.

Luca Giordano (Nápoles, 1634-1705) es el pintor más representado dentro de la colección de Patrimonio Nacional con 160 obras a las que hay sumar las 50 que posee el Museo del Prado de Madrid y las muchas que el napolitano realizó por encargo entre la nobleza durante los diez años que vivió en España.

Sin embargo, el prestigio que gozó el prolífico artista en vida, quien se ganó el apelativo de fa presto (lo hace rápido), se desvaneció en el siglo XVIII y los especialistas tan sólo lo citaban como muralista, un arte considerado menor en la época por su carácter decorativo. Restituir a Lucas Jordán (como firmaba en España) a su sillón de 'figura capital del Barroco europeo' es el objetivo que se marcó Patrimonio Nacional cuando inició la restauración de 80 de sus obras con el patrocinio de la Fundación Focus-Abengoa. Un equipo de 60 restauradores ha trabajado in situ en Aranjuez, El Escorial y el Palacio Real de Madrid bajo la dirección de Alfonso Pérez Sánchez.

Las pinturas de temas religioso y mitológico que podrán verse en Sevilla, en la sede de la Fundación Focus-Abengoa, hasta el 8 de diciembre han sido seleccionadas entre las 67 que se exhibieron en el Palacio Real de Madrid la pasada primavera. 'Giordano es minusvalorado durante los siglos XVIII y XIX por su exaltado barroquismo que era visto casi como una corrupción del arte', comenta Pérez Sánchez. 'El napolitano se formó en el taller de José de Ribera y luego recorrió Italia asimilando todo cuanto veía como una esponja hasta crear un estilo propio de un gran dinamismo, riqueza expresiva y color que le convirtieron a partir de 1654 en uno de los artistas más famosos de su época. Desde Nápoles, que entonces pertenecía a la corona española, enviaba muchas obras a la corte española y en 1692 Carlos II lo invitó a España para que realizara los frescos de El Escorial y el Palacio del Buen Retiro', explica el comisario.

La muestra, que inaugurará hoy el vicepresidente del Gobierno Mariano Rajoy, forma parte de la programación con la que la fundación sevillana celebra sus 20 años.

'Estas obras no son muy conocidas porque la mayoría se exhiben en los palacios reales, a veces en lugares de acceso restringido, y algunas están en los almacenes', comentó Álvaro Fernández-Villaverde, duque de San Carlos y presidente de Patrimonio Nacional.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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