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Entrevista:CRAIG BARRETT | PRESIDENTE DE INTEL

'Hollywood debería revisar sus modelos comerciales'

El directivo defiende el papel de la industria tecnológica en la lucha contra la piratería digital

Patricia Fernández de Lis

La carrera de Craig Barrett es paralela a la historia de la compañía que preside. Intel inventó el primer microprocesador en 1971, y tres años después contrataba a Barrett como director del departamento de desarrollo tecnológico. Ahora, Barrett preside la mayor empresa de semiconductores del mundo, con 80.000 empleados, y fabricante de los chips que hacen funcionar al 79% de los ordenadores personales, según datos de IDC del año 2001.

Barrett, que acaba de cumplir 63 años, preside la empresa desde 1998. Intel ha sufrido un duro final de siglo por la presión de competidores como AMD, que le arañó cuota de mercado en los PC, donde Intel llegó a tener un 90% del negocio. Pero su fortaleza financiera -la compañía tiene beneficios y unos 11.600 millones de dólares en caja- le ha permitido sobrevivir a las crisis cíclicas del negocio del PC y las durísimas guerras de precios del mercado del chip. Los problemas por los que pasan sus principales clientes, las compañías de telecomunicaciones y ordenadores, se reflejan, en todo caso, en los resultados de Intel de los últimos seis trimestres: son prácticamente planos. 'No hemos visto un deterioro de la situación, pero tampoco una mejoría', dice Barrett en una entrevista telefónica.

'Los proveedores de contenidos no han encontrado modelos de distribución en Internet que entusiasmen a la gente'
'Tenemos una fuerte ventaja por mantener nuestra actividad de fabricación. Y hay suficiente dinero en caja como para mantenerla'
'El consumidor, que ha pagado legalmente por el contenido, debería ser capaz de disfrutarlo sin constricciones de espacio o tiempo'

Pregunta. Intel es el proveedor de dos sectores inmersos en crisis. ¿Observa una recuperación en alguno de ellos?

Respuesta. Son dos mercados distintos. En las telecomunicaciones ha habido una inversión desmedida en fibra óptica y en infraestructura sin hilos, y pienso que hará falta cierto periodo de tiempo para superar esa sobreinversión. En el mercado de los ordenadores se ha producido un retroceso debido a que las compañías han reducido su gasto en infraestructura tecnológica. El parón de la inversión empresarial ha traído como consecuencia un retroceso en nuestro negocio. Por eso, la recuperación dependerá de cuándo despierten las corporaciones y, de hecho, la mejoría del mercado de los ordenadores será un indicador de la recuperación económica. Cuando aumente el gasto del consumidor, esto se traducirá en beneficios para las empresas, y cuando las corporaciones sean rentables, volverán a invertir en tecnologías de la información.

P. ¿Está comportándose mejor el mercado de consumo que el empresarial?

R. Sí, así es, aunque creo que es importante destacar que en algunas de las economías emergentes, especialmente en Rusia, China, India o América Latina, se mantiene la compra de ordenadores. Lo que ha habido es una ralentización en las economías más establecidas.

P. Algunos de sus competidores están cerrando fábricas y externalizando la producción. Intel tiene 12 plantas. ¿Hay aún valor en la fabricación de los chips?

R. Desde luego. El rendimiento de un microprocesador, y de cualquier circuito integrado, depende de la tecnología de procesos, la manufactura y el diseño del producto. Cuando puedes combinar estas tres características consigues el mejor rendimiento, y por eso tenemos una fuerte ventaja competitiva por mantener nuestra actividad de fabricación. Pero creo que cuando nuestros competidores dicen que no pueden permitirse mantener sus plantas, y que por eso quieren utilizar a terceras compañías para realizar su fabricación, estamos asistiendo a una representación. Están buscando una excusa, que es 'no podemos permitirnos nuestras fábricas, así que vamos a dejar que alguien más construya nuestros productos'. Nosotros tenemos la suerte de poseer suficiente flujo de caja para mantener nuestras plantas, lo que creo que nos dará una ventaja constante en el mercado.

P. Hace dos años, usted decía que quería transformar Intel en una compañía completamente electrónica, en cuanto a los procesos y las ventas. ¿Se ha cumplido esta previsión?

R. Estamos haciendo muchos progresos. Déjeme darle un ejemplo. Nosotros tenemos un gran número de distribuidores de nuestra tecnología en todo el mundo, y no hablo de los grandes fabricantes, sino de las pequeñas compañías que incluyen nuestra tecnología en sus ordenadores. Son unos 60.000 distribuidores locales, y hemos sido capaces de comunicarnos con ellos, realizar cursos de formación, tramitar pedidos y responder a sus preguntas, es decir, interactuar, sólo por Internet. Estamos haciendo muchos progresos, aunque siempre hay más cosas que hacer en este campo.

P. Intel va a incluir, por primera vez, especificaciones en sus chips para aumentar la seguridad de los PC. ¿Puede explicar en qué consiste esta idea?

R. Se trata de proteger la información que tiene usted almacenada en su PC. La tecnología que hemos anunciado, que no estará en el mercado hasta dentro de un par de años, permite dividir el ordenador en secciones independientes, así que, incluso si un hacker accede a él, su espacio seguirá siendo privado. Lo que hacemos es incluir ciertas instrucciones en nuestro microprocesador para que su información esté protegida.

P. ¿Y están pensando en añadir, además, algún tipo de protección contra la copia de información digital? Los estudios de Hollywood y las discográficas están presionando al Congreso de Estados Unidos para que obligue a las compañías tecnológicas a resolver este problema.

R. Todo el concepto de protección anticopia está relacionado con la capacidad de transferir información de un PC a otro. Y no creo que nadie piense que hay una única solución de hardware para proteger información digital. La mayor parte del contenido proviene de fuentes ilegales, para empezar, y Hollywood y el resto de los propietarios de contenidos necesitan revisar sus modelos comerciales de distribución. Internet es una herramienta muy, muy poderosa, y creo que los proveedores de contenidos necesitan darse cuenta de lo conveniente que es a la hora de distribuir esa información. Hasta ahora no han sido capaces de encontrar modelos comerciales que entusiasmen a la gente. Tienen que poner precios apropiados y encontrar mecanismos de distribución que interesen a los usuarios.

Además, a nosotros nos importa mucho el derecho de uso. El consumidor, una vez que ha pagado legalmente por el contenido, debería ser capaz de disfrutarlo sin constricciones de espacio o tiempo; es decir, si ha comprado su CD, y ha pagado legalmente por él, creemos que debería tener derecho a utilizar esa música y ponerla en otro CD, y escucharla en su casa, o en el coche. La protección de la propiedad intelectual debe ser compatible con un modelo de distribución favorable al consumidor. Hay tecnologías que pueden usarse para impedir que se copie ilegalmente el contenido, y también tienes que asegurarte de que el consumidor conserve sus derechos de uso, que son justos.

P. Pero las empresas de contenidos se quejan de que las tecnológicas no hacen lo suficiente para evitar la copia ilegal.

R. A pesar de lo que lee y de lo que oye de los propietarios de contenidos, llevamos trabajando con ellos desde hace seis años. Y algunas de las técnicas que están siendo utilizadas para proteger el contenido de los DVD, por ejemplo, provienen de la industria de los ordenadores. Hay un grupo técnico de trabajo entre la industria informática, los proveedores de hardware y software, y la de contenidos, que ha estado investigando durante los últimos seis años. Y todos los comentarios que hacen los proveedores de contenidos de que nosotros nos negamos a trabajar con ellos no son verdad, simplemente. Me ofenden mucho algunos de estos comentarios. Eso de que no colaboramos, claramente, no es verdad.

'Una ley para no presentar cuentas falsas no es suficiente'

La firma de Craig Barrett aparece al pie del documento que la compañía envió a la SEC, el organismo regulador de la Bolsa estadounidense, el pasado 7 de agosto. En él, Barrett aseguraba que, 'hasta donde llega' su conocimiento, las cuentas de la multinacional enviadas a la SEC no contienen falsedades. Intel cumplía así con una de las medidas con las que el presidente George Bush pretende devolver la credibilidad al mercado después de los escándalos contables de Enron o WorldCom.

Pregunta. ¿Cree usted que este tipo de leyes conseguirán mejorar la confianza de los inversores en el sistema?

Respuesta. Bueno, yo no tengo ningún problema en firmar nuestros resultados, y creo que la gran mayoría de las empresas estadounidenses son honestas, íntegras y ofrecen los resultados reales a sus inversores. Es muy desafortunado que unas pocas compañías hayan sido acusadas de haber publicado resultados manipulados, lo que ha tenido un impacto en la confianza de la gente en los mercados. Si firmar nuestros resultados puede ayudar a restaurar esa confianza, está bien. Pero lo que hace falta es que no se produzcan más comentarios negativos, ni más investigaciones, y que no haya más presidentes que presenten resultados que no son reales. Creo que la confianza llegará cuando dejen de aparecer historias como las de Enron o WorldCom. El que te obliguen a firmar tu nombre al pie de un trozo de papel bajo la amenaza de acciones legales es interesante, pero los presidentes de las compañías que han causado este problema sabían que estaban haciendo algo ilegal. Así que aprobar simplemente una ley que diga que no puedes presentar cuentas falsas no va a ser suficiente. Necesitamos un periodo de tiempo en que no haya más ejemplos de compartamientos ilegales y no tengamos más noticias negativas en la prensa.

P. Pero, si se siguen produciendo esos comportamientos, ¿los inversores tienen derecho a saberlo?

R. Desde luego. Lo que yo digo es que aprobar leyes está bien, pero, para restaurar la confianza, lo que necesitamos es que no se produzcan más ejemplos negativos.

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Sobre la firma

Patricia Fernández de Lis
Es redactora jefa de 'Materia', la sección de Ciencia de EL PAÍS, de Tecnología y de Salud. Trabajó diez años como redactora de economía y tecnología en EL PAÍS antes de fundar el diario 'Público' y, en 2012, creó la web de noticias de ciencia 'Materia'. Los fines de semana colabora con RNE y escribe, cuando puede, de ciencia y tecnología.

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