Homenaje merecido
Creo firmemente en la igualdad de los seres humanos, en que no hay ninguna razón justificada por la que una persona pueda creerse superior a otra. Pero la realidad cotidiana muestra que hay graduaciones en esa forma de ser. Una mujer templada como Reyes Zubeldia, esposa del asesinado José Javier Múgica Astibia, edil de UPN de Leitza, muestra su dolor a la viuda del último asesinado, un joven guardia civil. Confieso mi admiración por esta mujer, madre de tres hijos, dueña de una entereza admirable. Resistente, con dignidad, en un pueblo donde no conocen el sentido de esa palabra, a la vista de la escasa sensibilidad mostrada ante el último asesinato. Personas como ella son las auténticas merecedoras de un homenaje, al igual que todas las personas cuyas vidas fueron arrebatadas en nombre de un falso ideal que se nutre de sangre.
¿Qué acto digno de merecimiento realizan los terroristas etarras y quienes les jalean y aplauden? ¿Se construye algo que merezca ser nombrado asesinando, torturando, persiguiendo y amenazando, destruyendo bienes públicos y privados, atemorizando a la población?
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