_
_
_
_

Los Rolling Stones llevan su energía explosiva a Nueva York

'Esto no es algo de lo que te retiras', comenta Keith Richards

Lo normal sería que los Rolling Stones estuvieran disfrutando tranquilamente de sus millones recordando viejos tiempos. Pero no. Después de 40 años en los escenarios, el mítico grupo ha vuelto a la carretera en una gira mundial que empezó en Boston a principios de este mes y que el pasado jueves por la noche les llevó hasta el Madison Square Garden de Nueva York ¿Demasiado viejos? Por lo visto, no.

Más información
Las entradas para ver a los Rolling Stones en Madrid y Barcelona costarán entre 41 y 151 euros

'La gente nos critica porque está gorda y calva. Es envidia física. Se preguntan: ¿cómo podemos desafiar la lógica?', se jactaba Keith Richads en una reciente entrevista. Ya los han enterrado más de una vez. En 1978, un artículo de la revista Rolling Stone los trataba de 'viejos veteranos, mermados por la edad y el vicio', aunque también admiraba su resistencia. 'El rock exige un cierto nivel de energía', explicaba Mick Jagger, 59 años, al New York Times esta semana; 'no puedes hacer rock sentado en una bicicleta a 10 por hora. No es que debas ser un músico brillante, pero sí necesitas un tipo de energía explosiva para tocar bien el rock. Es lo que tenemos'.

Lo bastante como para llenar hasta la bandera el Madison Square Garden, el primero de sus tres conciertos en Nueva York, ciudad a la que Jagger, Richards, Charlie Watts y Ron Woods volverán en enero para otros dos eventos. 'Esto no es algo de lo que te retiras', comentaba Richards, 'es tu vida. Escribir canciones y tocar es como respirar. No puedes parar'.

Y durante más de dos horas no pararon. Como ya lo hicieran al inaugurar su gira en Boston, abrieron con Street Fighting Man y siguieron con algunos de sus clásicos, Satisfaction, Brown Sugar o Simpathy for the Devil, aunque se centraron sobre todo en su álbum Exile on Main Street, del que sacaron Loving Cup, Rocks Off y Tumbling Dice.

Los veteranos volvieron a gustar. 'Keith Richards es un extraordinario guitarrista, sobre todo cuando no toca: sus acordes de blues se llenan de silencios, que les dan tanta energía, como rocas emergiendo de un mar revuelto', subrayaba ayer la crítica del New York Times. 'Los Stones siguen teniendo una magia que les permite recuperar sus viejos éxitos y darles nueva vida', decía el Daily News.

Los Stones ya no tienen nada que demostrar. El grupo que más ha influido en el rock de estos últimos 35 años -Tom Wolfe dijo una vez: 'Cuando los Beatles cantaban sobre darse la mano, los Rolling Stones querían quemar la ciudad'- es también el más rico. Tan sólo el Woodoo Lounge Tour se llevó en 1994 el récord de 124 millones de dólares. Según la revista Fortune, los cuatro miembros, asesorados desde hace 30 años por un hombre de negocios de título aristocrático, el príncipe Rupert Zu Loewenstein, están a la cabeza de un grupo que incluye empresas subsidiarias como Pronotour, Promopub, Promotone y Musidor, que se encargan de todos los aspectos de la promoción.

Se calcula que los Stones han ganado más de 1.000 millones de dólares en sus giras. La entradas al Madison Square Garden empezaban en los 300 dólares (308 euros). Fortune también estimaba que Jagger y Richards han ganado unos 56 millones de dólares sólo en derechos de autor, por permitir el uso de su música en cine o anuncios.

Ron Wood (izquierda) y Keith Richards, durante el concierto en Nueva York.
Ron Wood (izquierda) y Keith Richards, durante el concierto en Nueva York.AP

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_