El impago de 46 millones de la Generalitat a TV-3 por la venta de Tradia dispara las pérdidas de la cadena

El año 2001 fue malo para la cuenta de resultados de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), que ya arrastra una deuda de casi 684 millones de euros. Los ingresos disminuyeron el 3%, por la caída de la publicidad, y los gastos aumentaron el 8% por el incremento de contratos laborales fijos. Pero las pérdidas -que subieron el 43% respecto a 2000- se dispararon sobre todo por la falta de aportaciones de la Generalitat, en particular la comprometida de 46 millones de euros, que el Gobierno catalán ingresó por la venta del 35% de Tradia a ACESA.

El Consejo de Administración del organismo que gestiona TV-3 y Catalunya Ràdio dio la semana pasada el visto bueno a la liquidación del presupuesto de 2001 con los votos a favor de los ocho representantes de CiU, el PP y ERC y la censura de los cinco miembros a propuesta del PSC-CpC e ICV. Jordi Sánchez, consejero por ICV, subraya que él no cuestiona la transparencia de las cuentas. 'No hay malversación. Los números están claros, pero no se pueden aprobar y tengo que decir que la culpa es del Gobierno', argumenta el consejero. Pese a estar la liquidación cerrada, el debate sobre la financiación de los medios audiovisuales de la Generalitat sigue abierto. Tanto, que el grupo socialista piensa llevarlo a la comisión parlamentaria de control de la CCRTV de octubre.

El presidente de dicha comisión, el diputado socialista Josep Maria Carbonell, es muy crítico con las cifras de la CCRTV y también atribuye al Ejecutivo catalán toda la responsabilidad de los números rojos por haber dejado de hacer aportaciones al organismo, con el objetivo de conseguir el déficit cero, 'una forma de camuflar los datos económicos reales del Gobierno'. Ni siquiera, insiste Carbonell, el Ejecutivo ha asumido su compromiso de pagar a la CCRTV los 46 millones de euros ingresados por la venta de Tradia, propietaria de la red de enlaces de la radio y televisión catalanas.

El diputado sostiene que, con una evolución del presupuesto de este año parecida a la del anterior, 'la CCRTV estará en situación de quiebra'. El diputado considera además que la deuda acumulada, de casi 684 millones de euros el año pasado, 'es muy preocupante' no sólo por lo que significa de carga para los ciudadanos, sino también 'porque condiciona la capacidad política de los futuros gestores del Gobierno catalán'. Si bien es cierto que la deuda a largo plazo disminuyó el 4% y pasó de 518 millones a 495, los créditos a corto plazo aumentaron el 177,6%. Carbonell asegura que la necesidad de dinero de caja, para pagar las nóminas por ejemplo, incrementó esta segunda partida.

Tanto Carbonell como el también diputado socialista Martí Carnicer consideran que la situación económica de la CCRTV es equiparable a la de otras empresas del Gobierno catalán, entre ellas, la Agencia Catalana del Agua, GISA, el Instituto Catalán de Finanzas y el Incasol, que, según Carnicer, suman la abultada cifra de 3.546 millones de euros de deuda.

Carbonell es escéptico respecto a que el contrato-programa resuelva a partir de este año la situación de la CCRTV. 'El contrato-programa no prevé que la deuda disminuya hasta el año 2006 y está por ver que no siga creciendo antes', dice el diputado.