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CRISIS EN LA FEDERACIÓN NACIONALISTA

El portazo del ex secretario general de CDC planea sobre el último gran debate parlamentario de Pujol

Enric Company

El portazo con que Pere Esteve ha abandonado su antiguo partido, Convergència Democràtica, del que fue secretario general, ha añadido un particular interés al debate sobre política general del Gobierno catalán que el martes próximo abrirá el periodo de sesiones del Parlament. Se trata del último gran debate parlamentario que protagonizará el presidente Jordi Pujol, puesto que la legislatura finaliza en otoño de 2003. Esteve ha lanzado un desafío a Pujol en su condición de líder nacionalista y lo más probable es que sea recogido tanto por el propio Pujol para defender su alianza con el PP como por la oposición para sostener que es prisionero de ella.

Todos los grupos parlamentarios preparan este debate como una ocasión particularmente propicia para realizar un balance del largo periodo de gobiernos presididos por el líder nacionalista, aunque éste no sea su objetivo principal. Nada menos que 22 años. Así lo adelantaron ayer los portavoces parlamentarios de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y de Esquerra Republicana (ERC), Joan Boada y Josep Huguet, respectivamente. El portavoz socialista, Miquel Iceta, en cambio, subrayó que al PSC le interesará destacar en este debate el fracaso, a su juicio absoluto, en la consecución de los objetivos que Pujol se fijó solemnemente ante la propia Cámara para esta legislatura. Los que el presidente definió con la elocuente frase 'más poder y más dinero para Cataluña'.

Huguet explicó que ERC insistirá en que la última etapa de Pujol se ha caracterizado por 'la subordinación al PP', lo que en su opinión es muy negativo. Esta consideración, compartida y reiterada a lo largo de la legislatura también por ICV y el PSC, ha recibido estos días el aval, importante a ojos de los nacionalistas, del ex secretario general de Convergència Pere Esteve.

El abandono de Convergència por Esteve fue considerado por Boada como una demostración de que CiU llega a este final de etapa 'como un barco sin rumbo'. Eso es algo que su partido considera ya de imposible corrección en el último año de la legislatura. Y que le echará en cara a Pujol en el debate de la semana próxima. El diputado ecosocialista descalificó la renovación de que en estos días habla el conseller en cap y sucesor de Esteve en la secretaría general de Convergència, Artur Mas. '¿De qué renovación habla Mas?, ¿de que Pujol no le ha dejado cambiar ni a Subirà en el Gobierno?', preguntó.

Incluso los convergentes son conscientes de que la decisión de Esteve ha sido tomada en un momento en que les perjudica particularmente, justo la semana anterior al debate parlamentario, y con la pretensión, dijo el diputado Ramon Camp, portavoz de CiU en la Cámara, de dar argumentos a la oposición. No obstante, Camp descartó que la defección de su ex compañero en la dirección de Convergència pueda tener otro valor político que el de 'argumento instrumental' en un cruce dialéctico. 'Tendrá la respuesta adecuada', aseguró.

Pujol reunió ayer por la tarde al Gobierno catalán para preparar el debate. También el líder del principal partido de la oposición, Pasqual Maragall, ha comenzado ya esta preparación, a la que, según explicaron sus colaboradores, dedicará el fin de semana.

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