Esteve se propone organizar a los nacionalistas desencantados de CiU que se sienten 'huérfanos'

Pere Esteve está convencido de que, como él, muchos nacionalistas se sienten desencantados por la 'supeditación' de Convergència i Unió (CiU) al Partido Popular y se consideran 'huérfanos' políticamente. Ayer dejó claro que en esta nueva andadura se propone organizar a este colectivo, aunque no dio detalles sobre su proyecto y reiteró su 'sintonía' con Esquerra Republicana de Catalunya. Los dirigentes de CiU descalificaron ayer al unísono al ex secretario general convergente, al que acusaron de 'desleal' por su abrupta salida de la formación nacionalista.

Esteve eligió el hotel Majestic -paradójicamente, el lugar donde en 1996 se fraguó la alianza entre CiU y el PP- para reiterar ante la prensa los motivos que le han llevado a abandonar el partido en el que ha militado durante 26 años. El ex secretario general convergente insistió en que abandona CiU por su 'supeditación' al PP y señaló como responsables de esta situación a la 'estructura de la dirección, caracterizada por tres personas'. Es decir, Jordi Pujol, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida, a quienes no nombró. 'Si los congresos marcan una línea ideológica y después los equipos de dirección no la siguen, yo ya no puedo hacer nada más', agregó.

Esteve volvió a subrayar su 'sintonía' con Esquerra Republicana (ERC), aunque aclaró que hoy por hoy su prioridad es organizar a los que, como él, se sienten 'huérfanos' políticamente. Cómo piensa organizarlos es todavía una incógnita para él mismo, si bien dejó claro que tomará una decisión rápidamente y comentó que no descarta 'ninguna opción'. Entre las salidas se encuentra la creación de una nueva formación política, que él mismo considera improbable; impulsar una plataforma nacionalista al estilo de Ciutadans pel Canvi, o afiliarse directamente a Esquerra Republicana.

ERC ha recibido la dimisión de Pere Esteve casi como si le hubiera tocado la lotería. Con independencia de que Esteve acabe afiliándose o no al partido, todas las argumentaciones del ex secretario general de Convergència coinciden al pie de la letra con las tesis de ERC y los dirigentes están convencidos de que acabarán hallando puntos de encuentro, aunque no de inmediato.

Puertas abiertas

El secretario general de ERC, Josep Lluís Carod, subrayó ayer que las puertas del partido 'están abiertas' para Pere Esteve, si bien el portavoz parlamentario, Josep Huguet, precisó que 'es prematuro' hablar de su eventual incorporación. Esteve tiene previsto llamar hoy a Carod para concertar una entrevista dentro de la ronda que quiere realizar con todos los partidos, y el líder de Esquerra avanzó ayer que dará 'prioridad' a esta reunión.

Después de años sembrando para atraerse a los sectores más nacionalistas de CiU, Esquerra está convencida de que le ha llegado el momento de recoger los frutos y de que el gesto de Esteve les sitúa directamente en la primera línea de los que se disputarán la herencia política de Jordi Pujol.

Los dirigentes de CiU elevaron ayer considerablemente el tono de sus críticas a Pere Esteve. Anonadados por el mazazo de la noticia, midieron inicialmente mucho su respuesta, pero ayer los dos encargados de dirigir el pospujolismo en CiU -Artur Mas y Josep Antoni Duran- dejaron a un lado la diplomacia y lanzaron duros reproches a su ex correligionario. Durante una visita a Lleida, Duran calificó de 'desleal' la actitud de Pere Esteve, informa Lluís Visa. Y añadió que su comportamiento 'no es propio de una persona que ha sido secretario general de CDC'. Por su parte, el conseller en cap y futuro candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, dijo sin tapujos que las argumentaciones de Esteve son una 'excusa' y que la causa real de su marcha es que 'no tiene el protagonismo que él quería'. Pere Macias aseguró que Esteve tenía planeada su marcha a ERC desde hacía tiempo.

El presidente de la Generalitat y de CiU, Jordi Pujol, dijo sentir 'una decepción muy fuerte tanto a nivel político como personal'. Los reproches le llegaron también de Xavier Pomés, consejero de Interior, aunque éste dejó entrever las dificultades que atraviesa CiU, agravadas ahora por la dimisión de Esteve: 'Cuando las cosas no pintan suficientemente bien ha optado por la opción más fácil, la de tirar la toalla'.

Por mucho que ayer Duran rechazara hablar de crisis en Convergència y en la federación, pocos dirigentes dudan que la marcha de Esteve acarreará consecuencias electorales no muy positivas. 'Desde el punto de vista electoral, la noticia nos va fatal', admitía ayer sin tapujos un miembro de la ejecutiva de CiU.

Ante la falta de despegue de Mas, al menos en las encuestas, la dirección de CiU había decidido cambiar de estrategia y explotar la propia marca electoral y, en menor medida, al candidato. 'Hay que conseguir que la gente continúe votando a CiU, sea cual sea el candidato', explicó el mismo dirigente. Y en esta nueva andadura, la baja de Pere Esteve puede desanimar a parte de las bases nacionalistas. Para intentar frenar la hemorragia, los cuadros convergentes cerrarán filas en torno a la dirección en el consejo nacional que se celebrará este fin de semana.