El pintor Raúl Urrutikoetxea muere a los 40 años en San Sebastián

El pintor Raúl Urrutikoetxea (San Sebastián, 1962) falleció repentinamente ayer por la mañana en San Sebastián. Urrutikoetxea había conseguido el reconocimiento por sus representaciones hiperrealistas de arquitecturas urbanas y en los últimos meses había abierto un nuevo camino de experimentación a través de la fotografía digital.

Su galerista, Miguel García-Velilla, de la donostiarra sala Altxerri, recordaba ayer que habían hablado por última vez el pasado viernes y le había comunicado la repentina aparición de unos problemas de salud. 'En los últimos meses estaba muy ilusionado con la nueva etapa que había iniciado con la fotografía digital', explicó García-Velilla. Sus imágenes fotográficas, tratadas por ordenador, representaban arquitecturas imaginarias, siguiendo su línea característica en el terreno del dibujo y la pintura.

Sus dibujos pequeños, de apenas 20 por 30 centímetros, mostraban una textura especial, que surgía de deslizar el lápiz de grafito sobre la madera tratada con escayola. Cuando pintaba con óleo, aparecían los formatos más sorprendentes y el color, pero se repetían los originales enfoques de la arquitectura.

Éxito en Arco

Altxerri presentó con gran éxito la obra de Urrutikoetxea en la última edición de la feria de arte contemporáneo Arco, en Madrid. Vendió más de 50 piezas, la mayor parte cuadros de pequeño formato, y consiguió una gran repercusión en el mundo de los galeristas y los coleccionistas.

Garcia-Velilla señaló que, a raíz de su participación en Arco, el pintor había recibido cinco ofertas de otras tantas galerías españolas para organizar exposiciones, que ya no podrán realizarse. Entre estas nuevas propuestas se encontraba una de la prestigiosa galería barcelonesa Joan Prats. Urrutikoetxea también había tenido la oportunidad de presentar su obra el pasado mayo en la feria de arte de Chicago.

'Un artista de 40 años es todavía joven. Ahora estaba despegando y dándose a conocer fuera del País Vasco', lamentó su galerista. 'Era, sobre todo, un buen hombre'. Urrutikoetxea estudió Bellas Artes en la UPV, estaba casado y era padre de un hijo de siete años.