La doctrina Bush
El documento sobre doctrina militar hecho público el pasado 20 de septiembre por el presidente Bush debería ser, también, el aldabonazo final sobre la conciencia de los países civilizados de todo el mundo. Desde el imperio asirio, todas las potencias mundiales se han comportado con egoísmo y arrogancia. Pero en la época de los asirios no había ONU, ni la constelación de organismos internacionales luchando por inyectar un mínimo de racionalidad en el magma político que hoy sí hay, sean lo efectivos que sean, en un proceso que dura siglos. Es la chulería de EE UU al anunciar a altavoz abierto que pasará por encima de 5.000 años de esfuerzo histórico, la que obliga a preguntar ¿cuándo van a empezar los Gobiernos de los países civilizados del mundo a solicitar, uno tras otro, la expulsión formal de EE UU de los organismos internacionales, que desprecia, empezando por la ONU?
¿Cuándo, a la política de aislacionismo adoptada por ese país ensimismado, se va a contestar 'somos nosotros los que os aislamos para, de verdad, poder pensar en resolver los problemas de este mundo'?
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