Rabanera justifica el cierre de la sala Amárica por la falta de público
La sala Amárica, el centro para promocionar el arte local de Álava, está a punto de cerrar por su 'nivel de asistencia no muy grande'. Ésta es la principal razón aducida ayer por el diputado general, Ramón Rabanera. La Diputación ha recibido críticas del mundo artístico alavés por esta decisión e incluso ha debido afrontar una iniciativa popular en las Juntas Generales, respaldada por más de 5.000 firmas, que pidió sin éxito una rectificación.
Rabanera, sin embargo, quiso enviar ayer un 'mensaje de tranquilidad', al asegurar que la Diputación mantendrá su apoyo a los artistas noveles y lo canalizará a través del museo Artium mediante una fórmula aún por determinar. 'No les vamos a dejar abandonados', comentó el diputado general, quien, no obstante, ofreció datos que atestiguan la falta de público en la sala. La exposición más vista de artistas jóvenes recibió 3.900 visitas a mediados de los años noventa. En toda la historia del centro, la muestra con más aceptación fue una de Medicus Mundi, con 10.400 visitantes. El Artium ha atraído en menos de medio año de funcionamiento a 66.450 personas.
La sala Amárica cuesta a la Diputación de Álava 360.000 euros cada año. Permanecerá abierta hasta el año próximo.
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