Peña se queda sin castigo
Competición decide no intervenir de oficio contra el agresor de la estrella del Deportivo
Valerón pasará los dos próximos meses fuera del fútbol, convaleciente de una lesión. El boliviano Peña, el futbolista que le rompió el peroné izquierdo tras una brutal entrada, seguirá jugando. El Comité de Competición decidió lavarse las manos de nuevo, como ya hiciera la semana pasada con otros agresores (Pablo Alfaro, Ballesteros), y no intervenir de oficio.
Pérez Burrull, el árbitro del encuentro Depor-Valladolid, se refirió así en el acta a la jugada en la que Valerón perdió su puesto de trabajo por dos meses: 'Al jugador Nº 2 D. Juan Manuel Peña Montaño, en el minuto 47, se le mostró tarjeta amarilla por zancadillear a un contrario en la disputa del balón'. A esa versión se ha agarrado el comité para dejar sin mayor castigo a Peña.
Sí fue sancionado, con un partido, el portero belga del Racing Lemmens, al que Medina Cantalejo, el colegiado del partido ante el Rayo, expulsó, según explica en el acta, por lo siguiente: 'Al jugador Nº 13 D. Erwin Lemmens, en el minuto 17, se le mostró tarjeta amarilla por protestar, de forma ostensible, una decisión mía; y en el minuto 18, se le mostró la 2ª tarjeta amarilla por protestar, de forma ostensible, una decisión mía, lanzando el balón contra el terreno de juego, a escasa distancia mía, como señal de disconformidad por haber indicado la repetición de un penal en su contra'.
No prosperaron las alegaciones del Racing. Como tampoco las del Sevilla. Su jugador Marcos Vales, expulsado en el Sevilla-Athletic por una dura entrada contra Yeste, fue castigado con un partido. La filosofía del Comité, según un portavoz federativo, es 'no rearbitrar' los partidos.
Por contra, el Comité sí rearbitró el encuentro Real Sociedad-Betis, al dejar sin efecto la tarjeta amarilla con la que Alfonso fue amonestado por el colegiado Undiano Mallenco. 'Al jugador Nº 11 D.Alfonso Pérez Muñoz, en el minuto 64, se le mostró tarjeta amarilla por ponerse delante del portero, impidiendo que éste pusiera el balón en juego', explicaba el árbitro en el acta. Pero el Comité dijo que no. Igualmente liberó al racinguista Mario Regueiro de la amarilla con la que Medina le castigó 'por zancadillear a un contrario, cuando éste llevaba el balón controlado'.
En este contexto de criterios dispares por parte de Competición -en otros casos sí ha sancionado agresiones de oficio- y de sensibilidad pública ante la violencia impune que, entre otros, ha dejado a Valerón fuera de combate, el osasunista Pablo García salió ayer en defensa de las malas artes: 'Todos los partidos son una guerra y dentro de la cancha vale todo'. El uruguayo, que tuvo un enfrentamiento con Helguera en el Madrid-Osasuna, añadió: 'Si me equipo está ganado 4-0 también digo algo para calentar al rival y si puedo expulsarle bienvenido sea. No es un deporte, es una guerra. Hay que hacer lo que sea para sacar ventaja, todo vale'.
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