Puigneró aplaza el levantamiento de la suspensión de pagos un mes
La dirección de la textil Hilados y Tejidos Puigneró ha solicitado una prórroga de un mes, que es el plazo máximo que permite la ley, para entregar en los juzgados la documentación necesaria para el levantamiento de la suspensión de pagos presentada en noviembre del año 2000 por un valor de 156,2 millones de euros.
La compañía ya había aplazado cinco meses la celebración de la junta de acreedores, prevista inicialmente para el 26 de abril, solicitando el procedimiento por escrito, una tramitación que las empresas pueden pedir cuando superan los 200 acreedores. Puigneró tiene 2.150. El plazo terminaba mañana.
El director general de Puigneró, Pere Puntí, atribuye este nuevo retraso a 'problemas administrativos relacionados con el gran volumen de documentación que hay que preparar', y niega desacuerdos que puedan enturbiar el fin de la suspensión de pagos.
A principios de septiembre, la firma textil cerró el último convenio con sus principales acreedores -Hacienda, Seguridad Social y el Instituto Oficial de Crédito- a quienes debe 102,17 millones de euros. El acuerdo, alcanzado en abril de este año prevé pagar una tercera parte de esta cantidad en tres años a partir de la venta de los terrenos donde estaba ubicada la planta de Roda de Ter. El resto del dinero se abonará en amortizaciones progresivas, en un plazo de 12 años.
Por otra parte, el protocolo de los acreedores ordinarios ya está redactado y en los juzgados, y durante el próximo mes la empresa buscará las adhesiones necesarias. La propuesta de la sociedad prevé unas quitas del 70%.
Viabilidad
Puntí asegura que es el primer interesado en el levantamiento de la suspensión de pagos, pues 'el preacuerdo de colaboración con la compañía china Shandong Bhinzou Printing & Dyeing Corporation que garantiza la viabilidad futura de Puigneró, así como la posibilidad de tratos con la mexicana Cautex y con otro grupo alemán, dependen de éste'. Por ahora, Puigneró ha conseguido en los chinos un socio que, en una primera fase del acuerdo, suministrará a la textil catalana producto elaborado en China a bajo precio.
En una segunda fase, la firma china tomará el 15% del capital de Puigneró, equivalente a tres o cuatro millones de euros, para acabar creando una empresa mixta en China al 50% para desarrollar los mercados europeo y norteamericano.
Los sacrificios de plantilla que ha realizado esta empresa, que ha dado un giro hacia la potenciación de los acabados, se solapan con el goteo de despidos que se suceden en el sector. Sólo en los primeros cinco meses del año, 1.638 trabajadores se han visto afectados por la crisis, de los que 352 fueron despedidos. La mayoría de los empleados concernidos por expedientes de empleo, más de 1.000, se han visto afectados por la suspensión de contratos. El inminente cierre de Industrias Burés (Anglès) y Mitasa (Alfarràs y Castellar de N'Hug) amenaza 280 empleos más.
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