Urrusolo se niega a contestar sobre si mató a dos suboficiales

Urrusolo se negó a responder a las preguntas del fiscal Ignacio Gordillo. 'No tengo nada que decir', señaló Urrusolo cuando Gordillo le preguntó si al frente del comando Ekaitz, y con su compañero Fernando Díez Torres -condenado por estos hechos- había ametrallado a los dos militares. Urrusolo tampoco quiso contestar a la acusación particular y se enzarzó en una larga diatriba contra la policía por entender que su compañero Díez Torres sólo le había denunciado porque había sido sometido a torturas cuando fue detenido.

El presidente del Tribunal, Fernando García Nicolás, le puso en bandeja la posibilidad de negar su intervención en los dos crímenes: 'Pero, ¿participó o no?', le preguntó. 'No quiero responder a nada de eso', dijo Urrusolo, quien a continuación dio instrucciones a su abogada, Ainoa Baglietto, para que no realizase ninguna defensa jurídica, 'porque no merece la pena'.

Quizá esa frase de Urrusolo, para el que el fiscal pide 58 años de cárcel por el doble asesinato, tenga cierta razón. El terrorista, uno de los más sanguinarios y escurridizos de ETA, ya fue condenado, desde su extradición en agosto del año pasado, a casi 200 años de prisión por su intervención en el atentado contra una casa cuartel en Torremolinos (Málaga) en 1991; por el atentado que costó la vida al comandante Arturo Anguera y causó lesiones a otros dos militares, y por haber dejado abandonado un coche con explosivos en Zaragoza.