El Día Europeo Sin Coches eleva las reivindicaciones ciudadanas pero apenas repercute en el tráfico urbano
Cientos de ciclistas salieron ayer a las calles de Valencia como cualquier domingo soleado. Quizá lo hicieron muchos más que en otras fechas, ya que era el Día Europeo Sin Coches y la situación era propicia para reivindicar una ciudad más habitable. Pero la celebración apenas tuvo repercusión en las calles. En la ciudad únicamente se cerraron la plaza del Ayuntamiento y los centros neurálgicos de los barrios de Patraix, Campanar y Benimaclet. Sin embargo, la Delegación de Seguridad Ciudadana y Tráfico afirmó que el tráfico se redujo un 12% y que el número de viajeros aumentó un 20% en los autobuses y un 22% en el Metro.
En Alicante, la jornada pasó sin pena ni gloria. El buen tiempo llenó las playas, pero las bicicletas sólo poblaron las calles como en una jornada festiva normal. El Ayuntamiento de Alicante sólo cortó al tráfico la zona centro, entre la avenida de Alfonso el Sabio y Federico Soto. En la plaza Nueva hubo música y reunión de niños en bici.
El día sí fue aprovechado por partidos y ciudadanos para reivindicar medidas que humanicen la ciudad, actualmente supeditada al tráfico rodado. 'La mayoría de las ciudades españolas se caracterizan por un uso poco racional del coche y una utilización del espacio público contraria a los intereses de la mayoría de los ciudadanos, lo que se traduce en elevados costes en términos de salud, de deterioro ambiental y de inseguridad', denunció el secretario de Medio Ambiente del PSPV, Francesc Signes, partidario del fomento del transporte público y las bicicletas.
Los ecologistas de Agró, también partidarios de la bicicleta, apuestan por liberar los centros históricos del tráfico de vehículos y fomentando el transporte público con mejores precios.
