Ahorrar es una ruina

Los ahorradores que huyen de los riesgos de unas bolsas en mínimos del año se encuentran en un callejón sin salida: ninguna fórmula les permite mantener el poder adquisitivo de su dinero. Todos los productos sin riesgo no consiguen ofrecer la rentabilidad suficiente que les permita neutralizar la subida de los precios que en agosto alcanzó el 3,6% en tasa interanual.

Cualquier tipo de ahorro debe marcarse como principal objetivo que los euros no pierdan su capacidad de compra con el paso de los años. Pero este principio básico y en teoría poco codicioso es, hoy por hoy, un imposible.

Los tipos reales que percibe el inversor (tipos nominales menos la inflación) son negativos. Si a estos tipos se restan los impuestos y los costes de las distintas formas de ahorro, el resultado no puede ser más desalentador: ahorrando se pierde dinero.

Los ejemplos son abrumadores. Ahorrar en un depósito a plazo supondrá una merma de 0,42 puntos en la imposición realizada; la simple compra de una letra del Tesoro tendrá un efecto negativo del 0,38% en el capital colocado; los inversores en los seguros de fondos de dinero (Fiamm) han sufrido en lo que va de año que su inversión se haya depreciado en casi el 1%.

Los culpables de esta situación de pérdida de poder adquisitivo del dinero ahorrado son la elevada inflación de la economía española y los bajos tipos de interés que marcan la rentabilidad de los productos sin riesgo. Una inflación que supera al tipo de intervención que marca el Banco Central Europeo, situado en el 3,25%. Ahora bien, no todos los ahorradores europeos lo sufren de la misma forma. Los alemanes o franceses consiguen dar a sus inversores rentabilidades reales positivas, debido a la menor inflación de sus economías.

La otra tijera del ahorro, los impuestos, hace mucho menos daño que la inflación. La rebaja prevista para las rentas del capital en el ejercicio próximo juega todavía más a favor de ahorradores e inversores. En este sentido, los dividendos de las acciones y los seguros de vida-ahorro a medio plazo son los que consiguen dar la mejor rentabilidad financiero-fiscal comparada con el resto de productos existentes en el mercado.