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Reportaje:AMÉRICA LATINA

Las maquiladoras paran máquinas

Una de las industrias más importantes de México sufre la peor crisis de su historia

Juan Jesús Aznárez

Las plantas maquiladoras constituyen una de las locomotoras de la economía nacional. Por eso, sus dirigentes han pedido ayuda al Gobierno para superar una crisis que causó la pérdida de más de 269.000 puestos de trabajo el pasado año, y dista de haberse superado porque el despegue del norte comprador es aún incierto.

El optimismo cree ver una luz al final del túnel, ya que las exportaciones del sector crecieron un 7,8% el pasado mes de abril respecto al mismo mes del año anterior, concluyéndose 14 meses de ininterrumpidos bajonazos. Las maquiladoras produjeron 76.881 millones de dólares del total mexicano exportado el pasado año: 158.500 millones de dólares. Ese dato refleja su importancia. Las instaladas en el interior afrontan mejor el varapalo, pero las fronterizas con Estados Unidos atraviesan horas bajas. No se han podido desarrollar suficientes proveedores locales que satisfagan las necesidades de las cadenas de montaje, y arrecia la competencia de naciones como China y Honduras, con mano de obra más barata.

Las maquiladoras produjeron 76.881 millones de dólares del total exportado el pasado año: 158.500 millones de dólares
La crisis ha provocado la pérdida de 269.000 puestos de trabajo en 2001, y el tráfico entre El Paso y Juárez ha caído un 40%

El decaimiento es un hecho. El descenso de producción industrial de Estados Unidos fue de un 4,6%, mientras que el sufrido por la maquila en México se derrumbó un 15%. La onda expansiva fue grande e intensa. El Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación (CNIME) admite que el número de plantas se redujo de las 3.703 de diciembre de 2001 a las 3.228 registradas el pasado mes de mayo. Y no sólo se fueron empresas, sino también líneas de producción, principalmente la textil. El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), en su publicación mensual, agrega otra consecuencia: la plantilla total pasó de 1.333.000 personas en octubre de hace dos años a un 1.072.000 en abril de 2002. 'El año 2001 fue el más difícil de la industria maquiladora', reconoce Rolando González, presidente del CNIME.

A partir de 1965, el Gobierno aprovechó la cercanía de Estados Unidos y una gran oferta de mano de obra barata para promover la entrada de fabricantes de pantalones vaqueros, camisetas, zapatillas, televisores, muebles, faros de automóvil, componentes electrónicos y un largo etcétera. Las compañías de capital extranjero importaban materia prima y componentes libres de impuestos, y exportaban productos acabados. La demanda de operarios fue tan alta que se produjo una emigración interior hacia la frontera. Pero el auge quedó atrás y cifras como las exhibidas en 1999 son ya sólo nostalgia.

Un artículo del experto León Opalín señala que, entre otros factores, el fortalecimiento del peso respecto al dólar redujo las ganancias de las firmas. De hecho, los costos se incrementaron en torno al 50% como consecuencia de la fortaleza de la moneda mexicana durante tres años consecutivos. También influyeron el aumento de los costes energéticos y aduaneros, y los gastos de seguridad contra la delincuencia. Entre el 80% y el 90% de los volúmenes producidos por la industria procede de plantas que operan como subsidiarias de manufactureras de Estados Unidos. La inversión extranjera directa en la Industia Maquiladora de Exportación (IME), según esa fuente, sumó 2.172 millones de dólares el pasado año, frente a los 2.985 millones del ejercicio anterior. 'Una parte de los establecimientos cerraron definitivamente, otra emigró a China y a varias naciones de Asia, Centroamérica y el Caribe, en donde los costos laborales son más reducidos', informa Opalín.

Las tablas comparativas sobre el promedio de la mano de obra, incluyendo los beneficios sociales, se situaron en México en 2,31 dólares por hora (en el interior se detienen en 1,7 dólares), muy por encima de los de China (0,43 centavos de dólar), Haití (0,88), Indonesia (1,19), República Dominicana (1,53) o El Salvador (1,54). La capacidad exportadora de China preocupa especialmente. Fuentes oficiosas no descartan que el Gobierno de ese país esté ofreciendo subsidios disfrazados. De todas formas, directivos del sector estudian la posibilidad de alianzas estratégicas con los chinos, a quienes interesa la proximidad de México con el mercado más rico del planeta, donde puede colocar sus exportaciones en horas.

Definitivamente, la situación ha cambiado. Diversos son los elementos que influyen en el retroceso del sector. Uno de ellos es el fin de los siete años de trato arancelario preferente con la industria maquiladora establecido en el Tratado de Libre Comercio (Estados Unidos, Canadá y México), que entró en vigor en enero de 1994. 'A Estados Unidos no le parecía que las empresas asiáticas y europeas introdujeran sus componentes en el mercado estadounidense a través de la industria maquiladora', declaró el presidente del CNIME al diario El Financiero, 'cuando los industriales norteamericanos sí tenían que pagarlos trayendo esos productos de Asia o Europa'.

El año 2001 comenzó, pues, con la nueva reglamentación, el pago de impuestos, 'y el cambio fue tremendo'. Las modificaciones en el marco jurídico e impositivo causaron una confusión en las reglas de juego que los industriales pretenden clarificar para intentar la remontada. Las actividades asociadas a las cadenas de montaje también acusan las consecuencias. Según la revista especializada Twin Plant News, el tráfico de transportes entre El Paso (EE UU) y Juárez (México) cayó en un 40%. Al menos mil camiones con remolque perdieron sus contratos, y se pierden 120 millones de dólares al mes. Un coste oneroso para un país con el 53% de sus cien millones de habitantes en la pobreza, y sin presupuesto suficiente para atenderles más allá de la limosna.

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