_
_
_
_

El PP catalán quiere dotarse de más autonomía frente a la dirección nacional

Los populares suprimirán en su congreso el término 'regional' de su denominación

El PP catalán no quiere ser una mera 'sucursal' de la madrileña calle de Génova. La nueva estructura interna que surgirá del congreso de octubre tendrá, al menos sobre el papel, más autonomía frente a la dirección nacional. Los populares pretenden demostrar que su nueva denominación, Partido Popular de Catalunya (PPC), va más allá de un simple cambio de nombre y que para tomar sus propias decisiones no necesitan el beneplácito de Madrid.

Cambio de líder y cambio de normas internas a partir del 19 y 20 de octubre. El congreso del PP catalán no sólo elegirá al ministro Josep Piqué nuevo presidente del PP de Cataluña en sustitución de Alberto Fernández Díaz, sino que modificará notablemente su reglamento interno para dotarse de mayor autonomía y consolidar su catalanidad y su apuesta como 'partido de gobierno'. Como aperitivo, el PP eliminará el término regional a todos los efectos y lo sustituirá por la denominación 'de Catalunya', en su grafía catalana. La formación pasará a designarse oficialmente Partido Popular de Catalunya, sus siglas serán PPC y adaptará sus órganos de dirección a la división territorial de Cataluña.

Los cambios que surjan del congreso, aseguró ayer el parlamentario Daniel Sirera en la presentación de la ponencia de organización, no sólo serán formales. 'No se podrá decir, como dicen algunos', manifestó, 'que el PP de Cataluña es una sucursal del PP'. Los conservadores catalanes pretenden demostrar que es perfectamente compatible acatar la disciplina de la dirección nacional y al tiempo impulsar una política específica para Cataluña, por mucho que su trayectoria se empeñe en evidenciar lo contrario.

Sirera señaló que todas las reformas introducidas en el reglamento interno tienen como objetivo 'preparar las estructuras del PP para gobernar la Generalitat', y así ya se prevé que los futuros consejeros se integren en la dirección catalana.

En Cataluña, a diferencia del resto de España, desaparece la figura del coordinador general y se creará un nuevo órgano de enlace denominado Unión Interparlamentaria Popular, integrado por diputados, senadores, parlamentarios autonómicos y europarlamentarios. El comité ejecutivo catalán asumirá, además, competencias reservadas hasta ahora a la ejecutiva nacional, por ejemplo la de dirimir conflictos provinciales. El nuevo reglamento regula la lucha contra el transfuguismo, reconoce la figura del simpatizante, crea un defensor del afiliado y establece un código ético de 'comportamiento político' para todos los militantes. Éstos deberán acatar tanto la Constitución como el Estatuto de Cataluña.

No más traspasos

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La ponencia política del congreso no presenta notables diferencias con relación al giro catalanista que asumió la formación en anteriores cónclaves. El texto apuesta por profundizar en el autogobierno mediante la gestión eficaz de las competencias asumidas y la consecución de traspasos de la Generalitat hacia los ayuntamientos.

A partir de la defensa de estas dos vías, se descarta la transferencia de nuevas materias al Gobierno catalán, al que se reprocha no haber 'utilizado todas las posibilidades que ofrece' el modelo de Estado'. 'El debate no es tener más competencias, sino ser más competentes', se afirma en la ponencia, que aboga también por deshacerse de 'discursos reduccionistas' que 'trasladan permanentemente los problemas de Cataluña al exterior' para instalarse en 'un falso victimismo'.

La ponencia del Partido Popular defiende combatir con 'mentalidades abiertas' un 'nacionalismo intervencionista que recela de lo que no controla' y que trata a la 'sociedad civil con desconfianza'.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_