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Reportaje:

Euros a precio de oro

Las monedas de San Marino, Mónaco o Vaticano cuestan más de cien veces su valor facial

Los miniestados europeos siguen con su política de negocio lucrativo basada en el coleccionismo. Emiten euros a pesar de no pertenecer a la Unión Europea. Lanzan piezas con los mismos valores faciales que los miembros de la UE, pero sus cortas tiradas disparan los precios hasta límites insospechados. Una serie de Ciudad del Vaticano puede costar nada menos que 400 euros, su valor multiplicado por cien, en una numismática por Internet. En la calle, los precios aún son más escandalosos.

El precio de una moneda que no ha circulado puede llegar a ser diez veces superior al de otra que sí lo haya hecho
Los Estados de la UE que acuñan monedas con mayor potencial de revalorización son Irlanda, Austria y Finlandia
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El Vaticano enfada a cientos de coleccionistas de monedas

El Estado de la Ciudad del Vaticano decidió este año su incorporación a la lista de países emisores de moneda denominada en euros. Lanzó una serie de monedas de los mismos valores que los países de la Unión Europea, pero con la cara del papa Juan Pablo II en el reverso. El Vaticano comenzó a distribuir sus colecciones de monedas a partir del primero de marzo de este año. Su intención era colocar en el mercado 65.000 series y la colección constaba de piezas de 2 y 1 euros, y las de 50, 20,10, 5, 2 y 1 céntimos.

El precio oficial de cada colección, con el estuche de plástico transparente incluido, alcanzaba los 12 euros. Las mismas monedas valen hoy 400 euros (en el caso de las que no han circulado, lo que se conoce como flor de cuño). En sólo unos meses, el valor de estas monedas se ha multiplicado por 34. Estos precios corresponden a venta por Internet, porque en tienda pueden duplicarse con facilidad.

Coleccionismo, especulación o negocio puro y duro. Los forofos de la numismática buscan estas piezas como si se tratara de un tótem o un mantra hindú. En tanto, los miniestados europeos estudian qué política seguir en la acuñación de moneda para agenciarse unos suculentos ingresos para sus arcas.

Nadie escapa ante semejante negocio. Existe un tráfico constante de hombres con maletines que acuden al Vaticano, San Marino o Mónaco con el único fin de entrar en un banco y salir con la maleta llena de monedas.

La filatelia o la numismática constituyen dos negocios muy rentables para estos países pequeños. Las emisiones de sellos suponen una de las industrias más florecientes de esos pequeños Estados. Valores que se dedican, de modo único y exclusivo a la filatelia en la mayoría de los casos.

Claves de la inversión

Con las monedas sucede algo parecido. Existen una serie de requisitos para que un medio de pago de esta naturaleza se transforme en un instrumento de inversión, al tiempo que pieza de colección. Tirada, tipo de pieza, fiabilidad del Estado emisor y afición numismática en el país de origen constituyen las claves a tener en cuenta en el análisis de la inversión numismática, aseguran los expertos.

La tirada reducida incrementa el valor de la moneda en el mercado. El precio de una pieza sin circular puede multiplicarse por 10 frente al de una que ha circulado aunque sea sólo durante unas horas. Hay Estados emisores que no tienen ninguna credibilidad numismática, porque sus cifras de tirada resultan siempre dudosas, lo que baja el precio de las colecciones. Asimismo, la afición numismática en el país de origen reduce los ejemplares en circulación, lo que aumenta el valor de éstos.

La inversión en monedas tiene la ventaja de que no está sujeta a ningún gravamen fiscal. Como medio de pago no se les puede aplicar el impuesto sobre el valor añadido (IVA).

Los Estados de la Unión Europea también acuñan monedas con potencial revalorizador.Las series más valoradas son las de Irlanda, Austria y la de Finlandia. Las piezas flor de cuño pueden costar 125, 50 y 40 euros, respectivamente, si se adquieren por Internet. Hay que tener en cuenta, además, que la elaboración de monedas se ha llevado a cabo durante cuatro años, por lo que existen series que varían en pequeños detalles según el año de acuñación y que pueden modificar el precio.

Mayor revalorización

Pero las monedas de Mónaco, San Marino o el Vaticano, cuyas tiradas representan en cada caso el 0,01% del total de monedas de euro emitidas, cuentan con un potencial de rendimiento mucho mayor. El Vaticano había previsto lanzar 80.000 monedas de cada valor facial de euro, lo que significa que habrá unas 16.000 en circulación para cada ejemplar. San Marino ha lanzado 120.000 carteras con la serie completa y otras 669.360 monedas para su circulación. Mónaco ha acuñado este año 3,83 millones de monedas.

La serie de San Marino es espléndida, con ocho reversos diferentes que reflejan las principales señas de identidad de este Estado: el Palacio público, su escudo de armas, las tres torres típicas (la Guaita, la Cesta e Il Mondiale), San Marino sosteniendo las tres torres y la Basílica. Una serie flor de cuño de San Marino puede costar ahora unos 300 euros, en precio de Internet. Para hacerse una idea de la escasez de estas piezas respecto a las de otros países habrá que tener en cuenta que las series de España o Alemania (con los mismos ocho valores) se cotizan en el entorno de los 24,5 euros.

Los inversores en numismática tienen un problema en España, la inexistencia de un mercado oficial. Una fórmula para conocer el valor de las colecciones es la consulta de dos o tres webs por Internet. Si se pretende hacer una operación con un comercio, ha de consultarse al menos a tres para cotejar precios: las diferencias pueden ser muy significativas.

La emisión de euros del Vaticano se ha convertido en objeto de deseo para los numismáticos.
La emisión de euros del Vaticano se ha convertido en objeto de deseo para los numismáticos.BLOOMBERG

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