'Quiero que ETA deje de matar en Cataluña y, claro, en España'

Los dos encuentros que el líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod, mantuvo hace meses con dirigentes de Batasuna han desatado una tormenta política.

Pregunta. ¿Por qué quiso entrevistarse con Batasuna?

Respuesta. Un millón de personas reclamaron en la calle diálogo tras el asesinato de Ernest Lluch. No podía contentarme con hacer declaraciones, dar el pésame e ir a manifestaciones. Además, políticos y periodistas españoles me aconsejaron que hablara con Batasuna si tenía la oportunidad. E incluso, si podía, con ETA para hacerles llegar el discurso de ERC: antes que independentistas, somos demócratas. Si desde hace 10 años no hay terrorismo catalán independentista es gracias a ERC.

'En Esquerra Republicana, antes que independentistas somos demócratas'

P. ¿Cómo se organizaron los encuentros?

R. Me he reunido discretamente con todos los dirigentes políticos y nunca he dado detalles, como tampoco lo han hecho ellos. Ahora no tengo motivos para hacer una excepción.

P. ¿En las dos ocasiones que habló con Batasuna trasladó peticiones para ETA?

R. No. Lo primero que me dijo Otegi es que ellos no representan a ETA, sino a Batasuna. Teníamos claro que eran entrevistas entre el presidente del grupo parlamentario de la izquierda independentista catalana con el portavoz de un grupo del Parlamento vasco.

P. ¿Ofreció alguna contrapartida a cambio de que ETA considerase su petición?

R. En ningún momento nadie nos pidió ninguna contrapartida. Es ridículo pensar que ofrecí un apoyo mediático que lamentablemente ERC no tiene.

P. ¿Llegó a hablar con ETA?

R. No, porque no sé cómo hacerlo. Estaría dispuesto a reunirme con el diablo para conseguir que ETA deje de matar. El PP sí habló con ETA en Zúrich. Y al final habrá que hacerlo, porque, como dice Desmond Tutu, 'la paz se hace con los enemigos'.

P. Usted dice que las reacciones ante estas entrevistas son un 'ataque contra Cataluña'. ¿No admite ningún error propio?

R. Sería irresponsable si no admitiera que todo el mundo comete errores y yo también. Pero me esforcé por encontrar soluciones y esto es lo que debería hacer Aznar. Que deje de hacer el ridículo intentando liberar a Irak y ponga fin al terrorismo de ETA. Si algún error he cometido es no haber sabido explicar bien por qué reclamé que ETA dejara de matar en Cataluña.

P. ¿Por qué acotó la petición a Cataluña?

R. Hacía cuatro meses que ETA mataba ininterrumpidamente en Cataluña. Sólo una mente enferma puede pensar que cuando pido que ETA deje de matar en Cataluña pongo fronteras al territorio del delito.

P. Pero en un artículo de 1991 usted escribió, dirigiéndose a ETA: 'Ahora os pido que, cuando queráis atentar contra España, os situéis previamente en el mapa'. ¿Lo volvería a escribir?

R. Me niego a entrar en dinámicas del pasado porque si hemos de entrar por ahí lo hacemos para todos. Cuando Aznar pide a los socialistas que respondan, ¿debe hacerlo Mario Onaindía? ¿Debe responder de sus conversaciones como miembro de ETA con el ministro Rosón, de UCD, en México? Mi responsabilidad me la ha dado el pueblo de Cataluña y dirijo un partido independentista. ¿Con qué credibilidad puedo ir a hablar en nombre de España? Siempre he dicho que en Cataluña no queremos a ETA. No quiero terror en Cataluña ni, claro, tampoco en España ni en ningún lugar.

P. ¿Pero volvería a escribir esta frase?

R. No pienso comentarla. Si quieren que la comentemos, dediquemos toda una entrevista a hablar de las conversaciones de Argel, de Onaindía y de Rosón.

P. Todos los partidos catalanes criticaron a ERC, pero después matizaron sus reproches.

R. Con excepción de Pujol y Maragall, que han actuado con un alto nivel de profesionalidad, el resto ha ido adaptando su reacción a la de la sociedad catalana.

P. ¿Está de acuerdo con los que sostienen que el PP desnaturaliza el Estado de derecho?

R. Aznar confunde la mayoría absoluta con la impunidad absoluta. El PP exterioriza lo que lleva dentro: una cultura de raíces autoritarias y alergia a la diversidad. Y hace un uso malévolo de la lucha contra ETA.