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El control económico de la SEPI abre una crisis en la dirección de Televisión Española

Álvaro de la Riva, cuyo contrato expira el día 20, anuncia la dimisión a sus colaboradores

El férreo control de los gastos de RTVE a cargo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha abierto una crisis en la dirección de TVE, que podría saldarse con la inminente salida de su director, Álvaro de la Riva. El freno impuesto por el organismo dependiente de Hacienda a determinados proyectos ha sido el detonante a una dimisión sobre la que ayer eludieron pronunciarse tanto el interesado como el director general del ente, José Antonio Sánchez, que sacó adelante en el Consejo de Administración el presupuesto para 2003 con los votos a favor de PP y CiU y la oposición del PSOE.

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El recorte en los gastos operativos de TVE, que menguan 93 millones de euros, unido al control impuesto por la SEPI, pesan sobre la dimisión de Álvaro de la Riva, anunciada a sus colaboradores pero sobre la que ayer eludió pronunciarse durante la presentación de la nueva temporada de la cadena pública. 'Todo puede ocurrir, pero espero que no', se limitó a comentar De la Riva. La causa, según fuentes de RTVE, radica en las barreras levantadas por la SEPI para contratar programas y adquirir derechos de emisión. Entre los afectados, la serie Ana y los 7 y el espacio de humor El show de Flo, cuyo estreno estaba previsto para el 8 de octubre, tal y como avanzó su presentador, Florentino Fernández.

Sánchez rehusó hacer comentarios sobre la hipotética salida. Aseguró que tras la renovación por un mes de los cargos directivos tras tras su toma de posesión, De la Riva mantiene en vigor su contrato hasta el próximo día 20. Después de esa fecha decidirá si el responsable de la televisión pública continúa en su puesto.

El director general logró ayer sacar adelante en el Consejo de Administración de RTVE por ocho votos a favor (PP, CiU y el suyo propio) y cuatro en contra (PSOE) el anteproyecto de presupuesto de 2003, que asciende a 1.499 millones de euros (un 2,8 menos que el ejercicio actual), con unos ingresos previstos de 851.626 millones. Esta partida incluye una subvención estatal de 75 millones de euros, cifra muy inferior a la esperada por los directivos del ente público. El Ministerio de Hacienda se ha negado a abrir la mano y ha apostado por mantener prácticamente invariable la aportación pública (apenas un incremento del 13,5%) respecto al ejercicio de 2002. Esta partida obligará a RTVE a un endeudamiento adicional de 677 millones de euros, lo que disparará la deuda acumulada hasta los 6.000 millones (un billón de pesetas).

A la hora de defender las cuentas, Sánchez dijo que son las mejores posibles, ya que el gasto autorizado 'es suficiente para cumplir los objetivos'. Los consejeros del PP sostuvieron que los presupuestos son buenos porque reducen el gasto y mantienen el empleo, mientras que los del PSOE argumentaron que Montoro 'ha impuesto a RTVE y a la SEPI un presupuesto destinado a financiar la campaña electoral del PP con dinero público'. También creen que el mayor endeudamiento despierta 'el fantasma de la privatización'.

Tanto CCOO como UGT entienden que el presupuesto pone en peligro la negociación del nuevo marco laboral y limita la capacidad de producción y compra de programas y derechos. Para las cadenas privadas agrupadas en Uteca, la subvención estatal debería cubrir 500 millones, lo que permitiría a RTVE reducir su participación en el mercado publicitario y suprimir el déficit de explotación.

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