Interior presenta medidas de choque para frenar los delitos contra comercios y turistas

Más policías en la calle y mejor utilizados. Ésa es la doctrina que emana de los planes operativos contra la delincuencia que ayer explicó el ministro del Interior, Ángel Acebes. El Ejecutivo va a convocar de aquí a 2004 un total de 12.845 plazas de policía y 7.145 de guardia civil y, además, invita a los agentes que tengan 55 años (edad de la segunda actividad o retiro previo a la jubilación) a que sigan trabajando en tareas burocráticas. Interior ha diseñado planes específicos para combatir la delincuencia contra el turismo y los comercios, así como para erradicar 'puntos negros de delito'.

Los policías que salgan de la academia de Ávila o los guardias que lo hagan de la escuela de Valdemoro (Madrid) se dedicarán a patrullar las calles, 'en las franjas horarias de mayor incidencia delictiva', o engrosarán el 'servicio especial de proximidad' que servirá para reforzar 'las jornadas festivas que presenten problemas delictivos y los servicios nocturnos'. A la investigación se dedicarán también agentes jóvenes que ahora hacen tareas administrativas, de las que se irán ocupando quienes lleguen a los 55 años. Éstos pasan habitualmente a la segunda actividad, con una reducción de sueldo, pero ahora se les ofrece una prima a cambio de que sigan en las oficinas.

Acebes dijo que se ha diseñado un plan de seguridad en los barrios, que incluye una reorganización de los llamados módulos integrales de proximidad, uno de los pilares del Plan Policía 2000. Este plan se hará coordinadamente con las policías locales (que cobran más que los del Estado) para repartirse tareas y zonas de patrulla.

El segundo plan especial se dedicará a los comercios que, además de vigilancia intensiva en zonas de especial riesgo y una mayor atención a la persecución de los delincuentes especializados en ese campo, tendrán a su disposición un teléfono 900 de llamada gratuita y una 'línea antiatracos de conexión directa' 24 horas al día.

Los delincuentes también se han especializado en los últimos años en el asalto a turistas; lo que ha influido, por ejemplo, en que en Madrid se haya reducido de 400.000 a 200.000 el número de visitantes japoneses este año. Así, los planes especiales de verano en las costas se extenderán de junio a octubre (y no sólo julio y agosto) e incluirán una vigilancia especial en los alrededores de hoteles, núcleos transporte, playas, monumentos, museos... También hay planes contra el narcotráfico (control de puntos negros o sanción de los consumidores, cuyos tutores serán avisados en el caso de los menores de edad), contra el robo de teléfonos móviles y para evitar 'la reiteración en masa' de pequeños delitos por el mismo delincuente. La inmigración ilegal se combatirá con una unidad especial contra redes de traficantes o el endurecimiento de las penas contra pasadores de irregulares y quienes les contraten.

Acebes informó de que el aumento de personal va a costar unos 300 millones de euros y que el resto de medidas de Interior (medios materiales y logísticos) se llevará algo más de 200 millones. El objetivo es que el año 2005 empiece con una dotación de 70.000 guardias civiles, 54.000 policías y unos 40.000 de agentes locales. Las medidas, que estarán a pleno rendimiento, dijo, a fines de 2004, con la llegada de nuevos agentes, redundarán en un aumento de la población carcelaria, que hoy se eleva a 50.619 presos.

Estas dotaciones policiales quedan lejos de las de Francia que, con 130.000 policías y 100.000 gendarmes, duplican a las españolas, aunque en el país vecino no existen policías autónomas y las de ámbito local desempeñan funciones de seguridad muy limitadas, informa Joaquín Prieto. Francia sufre también un incremento galopante del delito, lo que ha llevado al ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, a promover una ley para crear 6.500 policías y 7.000 gendarmes en cinco años y reforzar los equipamientos en seguridad, con una dotación de 5.600 millones de euros. Otra pata del arsenal represivo corre a cargo del ministro de Justicia, Dominique Perben, responsable de un sistema penitenciario que alberga a unos 55.000 presos, 6.000 más que hace un año. Perben es el autor de otra ley que crea 3.000 'jueces de proximidad', que se ocuparán de la pequeña delincuencia, junto con la rebaja a 13 años de la edad penal. '¿Dónde van a encerrar a tanta gente?', preguntó Robert Bandinter, ex ministro socialista, durante el debate parlamentario de esta ley. La pregunta puede repetirse en España, que tiene 5.000 presos menos que Francia, pero también su población es de 59,4 millones de personas, 19,4 millones más que España.