Cerrada por obras
Como consecuencia de esta gran negligencia, un grupo de alumnos que finalizamos este año la licenciatura y que contábamos con terminar nuestros exámenes en las fechas oficiales, tal y como se había previsto, nos vemos obligados a perder el tiempo en discusiones vanas con decano, administrador, etcétera; a retrasar los exámenes, perjudicar nuestro rendimiento y resultados, llevarnos un triste recuerdo de la "eficiencia" administrativa y sentirnos, una vez más, tratados como pobres estudiantuchos que, tras un año de intensa formación de la mano de nuestros excelentes profesores (verdaderos profesionales a pesar de las trabas que les imponen), y aunque hayamos abonado las ya elevadas matrículas, no tenemos derecho a nada. Señores, ¡así no se puede trabajar! Viva la Universidad española.