Interior admite que la criminalidad ha subido un 10,01% en Madrid en lo que va de año

La delincuencia en Madrid sube, no hay duda. Lo admite el Gobierno y lo proclama la oposición. Lo que no está tan claro es cuánto sube. El PSOE se batió ayer en el Senado y el Congreso para intentar arrancar de Ángel Acebes, ministro del Interior, un dato concreto sobre el incremento del índice de criminalidad. El senador Juan Barranco le tendió el trapo al afirmar que había sido del 24%. 'Exagera', le replicó Acebes. El diputado Jaime Lissavetzky lo citó con el dato judicial de que los robos crecieron un 23%. 'Catastrofista', le llamó el ministro. Fue preciso obtener el dato fuera de los hemiciclos: Interior admite que la criminalidad ha crecido un 10,01% en lo que va de año.

El Gobierno sostiene que la criminalidad no es como el índice de precios al consumo (IPC) y que, por tanto, no se puede ir dando el dato por meses. Por ello, el Ministerio del Interior extremó a partir de mayo el celo para evitar que las estadísticas que elabora mensualmente no se filtraran por ningún cauce. El último balance conocido es el de enero a marzo, trimestre en el que se perpetraron en la Comunidad de Madrid 99.075 infracciones penales (delitos y faltas). Con ese dato en la mano y otros en la recámara, Barranco abrió en el Senado su interpelación al Gobierno para que explicara su política de seguridad ciudadana en Madrid.

El senador explicó que la delincuencia en la región había aumentado en el primer trimestre un 24%, ya que en el mismo periodo del año anterior se perpetraron 18.472 infracciones menos. Arguyó que los juzgados de Madrid habían contabilizado en la capital entre enero y julio un total de 20.133 atracos (94 al día o un 23% más que en 2001) y 44.816 robos (209 al día y 16% de incremento respecto al año anterior). Y sentenció que en Madrid se cometen 2,61 asesinatos por cada 100.000 habitantes, 'la tasa más alta de la UE'.

Acebes no quiso entrar al juego. 'No voy a entrar en la guerra de cifras y que conste que usted ha exagerado', le replicó antes de sacar sus cifras referidas a los primeros ocho meses del año, en las que todo mejora. 'Este año se han contabilizado 44 muertes violentas, de las que el 66% han sido esclarecidas, frente a los 97 asesinatos del año pasado [61 en el periodo citado, según el recuento con nombres y apellidos de este diario]; se han practicado 8.814 detenciones por delitos contra las personas y el patrimonio; se han desarticulado 70 grupos de delincuencia organizada de robo en joyerías, coches, naves industriales, tráfico de armas, robos con violencia en domicilios...; se han incautado 100.000 CDs ilegales y 50.000 pastillas de éxtasis; dentro de la operación Turismo [contra los salteadores callejeros de extranjeros, sobre todo japoneses y de EE UU], han sido identificadas 30.500 personas y se ha detenido a 540; en relación con los robos en joyerías, se han efectuado 3.000 identificaciones y se han practicado 146 detenciones'. Lo dijo así, de corrido, sin facilitar el dato global de delitos o el porcentaje de aumento.

Acabada la refriega, Acebes tuvo que repetir faena en el Congreso, donde el diputado socialista Jaime Lissavetzky le esperaba con esta pregunta: '¿Piensa el Gobierno tomar alguna medida para atajar el incremento de la delincuencia en Madrid?'. Acababa de responder al diputado popular Ignacio Gil Lázaro que sí, que lo iba a hacer y que hoy, jueves, presentaría su plan de choque contra la delincuencia.

Lissavetzky habló del 'deterioro constante de la seguridad ciudadana en Madrid', del bajón de efectivos policiales, y acusó al Gobierno de haber abandonado 'el servicio público de seguridad'. Respuesta: 'El planteamiento del PSOE es hueco, absolutamente catastrofista, sin respaldo y con datos que no se corresponden con la realidad ni se sabe de dónde proceden'. La contrarréplica de Lissavetzky fue en esa línea. 'No me convencen sus palabras porque ustedes ya no tienen credibilidad (...) ¿Qué credibilidad tiene su discurso cuando en Madrid el delegado del Gobierno [Francisco Javier Ansuátegui] recomienda que contrate seguridad privada?'.

Lissavetzky apoyó su tesis de que el Gobierno fomenta la seguridad privada con un dato que le dio el propio Ejecutivo en una respuesta escrita. 'Madrid es la comunidad con más empresas de seguridad privada: 227'. No hubo más datos, sólo otro cruce de acusaciones. Y por tanto hubo que preguntar en los pasillos para saber que la delincuencia bajó en Madrid un 3,5% en 2000, subió un 11,46% en 2001 y, en lo que va de año, ha crecido un 10,01%.