_
_
_
_
CONTESTADOR AUTOMÁTICO DE EL PAÍS-MADRID
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Alto al maltrato infantil

Invasión de aceras. 'Las obras de 'semipeatonalización' del primer tramo de la calle de Huertas están casi acabadas', dice Eduardo. 'Es una obra magnífica y los vecinos estamos encantados, aunque hayamos tenido que sacrificar plazas de estacionamientos', añade. 'Pero he de decir que esto no se aplica a algunos funcionarios de la comisaría sita en esa calle, cuyos vehículos oficiales y privados han realizado una verdadera invasión de la zona peatonal'.

Bajos salarios. 'Soy policía nacional de Madrid y llamaba para denunciar que tengo un alto cabreo porque, en comparación con las percepciones de los miembros de otros grupos de seguridad privados y públicos, el nuestro resulta ser un salario ridículo, más reducido que el de ellos'. Y agrega: 'En distintos programas del PP se nos ofreció equiparación con los otros cuerpos y fuerzas de seguridad y policías locales, pero, en la práctica, únicamente nos ofrecen una mísera subida de 60 euros y eso que la labor policial o de vigilancia de aquéllos está subordinada a la nuestra'.

Molestias junto al colegio. 'En las inmediaciones de la ribera de Curtidores, el colegio público Santamaría sufre constantemente la presencia de 100 personas, que en su mayoría vende objetos robados', se queja una vecina madre de un colegial. 'Buena parte de esta gente orina en las paredes del colegio, afeándolas; la policía acude de vez en cuando, pero, como el lugar se encuentra justamente en la frontera entre la jurisdicciones de las comisarías de Arganzuela y Centro, cuando vienen los agentes de una de ellas, cruzan de calle y salen de jurisdicción, y viceversa, con lo cual, el problema se perpetúa sin solución alguna, para escándalo de los colegiales'.

Paz perpetua. 'Me gustaría mucho que la paz con la que la gente regresa de sus vacaciones se mantuviera a lo largo de todo el año', dice Lola. 'Yo no veraneo nunca, pero en este mes de septiembre, sobre todo en las primeras semanas, observo desde hace años que hay menos conflictos porque la gente viene de su descanso mucho menos tensa de los que muestra en otros meses del año. Me pregunto', añade, 'si existirá algún modo de conservar esa actitud que humaniza la ciudad y la hace verdaderamente habitable. Claro que pienso que sería necesario, pero no suficiente, ya que hay otros factores casi insuperables como el tráfico, el humo y muchos otros más de muy difícil solución'.

Adiós, quiosco. 'Les telefoneo para expresar mi pesar por la desaparición de un quiosco de periódicos y revistas que se hallaba en la plaza de Cuzco, en la acera de la derecha según se sube hacia plaza de Castilla', dice Ernesto. 'Claro que con toda esa prensa gratuita no me extraña que haya que cerrar quioscos'.

Perversidad. 'Me duele profundamente ver cómo hay gente tan perversa como para someter a malos tratos, también verbales, a los niños', dice Ascención. 'Los niños son personas, irresponsables, pero personas, que merecen un grande y especial respeto', dice. 'El otro día, en un parque, vi cómo se puede truncar psicológicamente la vida de un niño, por la ignominiosa bronca con la que fue reprendido por hacer algo que todo niño haría: mojarse los zapatos con el agua de un charco y una fuente'. Y se indigna aún más: 'Debería existir un sitio en el que poder denunciar estas actuaciones de los tutores, cuidadores o padres, porque el daño que se hace en el alma de un niño, con reprimendas crueles como la que les refiero, a veces puede desproveerles para siempre de la inocencia y de su dulzura natural', señala.

Prevención ante todo. 'El principal cometido de los policías municipales es, a mi juicio, precisamente el de la vigilancia del municipio. Pero vigilancia no es sólo una actitud inquisitiva, sino más bien preventiva', dice Carlos. 'Me encantaría ver alguna vez a un agente municipal explicar el sentido del respeto al mobiliario urbano, por ejemplo, a un joven grafitero, o la necesidad de respetar las cabinas telefónicas, por citar dos ejemplos. Nadie mejor que ellos', añade, 'puede ser capaz de explicar la necesidad de ese tipo de respeto'.

Sin cabinas telefónicas. 'Cada vez son menos las cabinas telefónicas de ficha en Madrid', dice Verónica. 'No hay derecho a que las autoridades presupongan que todo el mundo tiene teléfono móvil, porque es un gasto muy elevado y muchísima gente carece de ese aparato, por consiguiente, las cabinas telefónicas debieran estar fuera de las necesidades promocinales de tal o cual compañía de telefonía', se lamenta.

Ruido, plaga. 'El mejor ciudadano es aquel que molesta menos al prójimo', dicen que los chinos dicen, señala Álvaro. 'Yo creo que nos deberíamos aplicar el cuento en Madrid, donde el ruido es la principal plaga'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_