La falta de ordenadores en las escuelas españolas se concentra en secundaria
El Gobierno se propone para el curso 2003-2004 bajar de 33 a 12 los alumnos por ordenador - Varias autonomías tienen todos sus centros conectados a Internet - El 50% del profesorado tiene alguna formación tecnológica
Un estudiante de La Rioja dispone del triple de ordenadores que uno murciano. El desequilibrio tecnológico de la educación española es, por lo menos, así de grande al inicio del curso académico 2002-2003.
La media española es de 33 alumnos por ordenador, mientras que la media europea es de 12 alumnos. Ante este desfase tecnológico educativo, el presidente del Gobierno, José María Aznar, anunció en abril una inversión de 272 millones de euros. El plan se llama Internet en la escuela. Su objetivo es que en el curso 2003-2004 haya un ordenador por cada 12 alumnos.
Varias comunidades autónomas superan ya ese porcentaje, y sin ayuda del Ministerio de Educación. Es el caso de La Rioja, donde hay un ordenador por cada 11 escolares; o Cataluña, con un equipo por cada 11,2 alumnos. Otras regiones rozan la media europea, como Castilla la Mancha, con 12,6 alumnos por ordenador; o Aragón, con uno por cada 13 estudiantes.
Siempre según datos oficiales de las respectivas consejerías educativas, Galicia cuenta con 16 escolares por terminal; en Baleares, la proporción es de uno por cada 18 alumnos; en Asturias, de uno por 19 o 20; y Murcia, con 33 niños por equipo. El resto de las consejerías no suministró datos a este suplemento. Según Eurobarómetro, el retraso tecnológico español se centra en la enseñanza secundaria, donde hay 7,4 ordenadores por cada 100 estudiantes, frente a 11,3 de la media europea.
Desigualdades
Todos los centros escolares de La Rioja, Asturias, Aragón, Cataluña, Baleares, Galicia y Castilla la Mancha tienen conexión a Internet, y otros se acercan mucho, como en Navarra, donde disponen de conexión el 93,6% de los centros, un porcentaje similar a la media nacional.
La red escolar de Castilla la Mancha tiene 7.600 ordenadores conectados a Internet, un 37% del total. Según el Ministerio de Ciencia y Tecnología, por cada 100 alumnos hay 3,3 ordenadores conectados, frente a los 4 de la media europea.
El acceso a Internet crea desigualdades sociales entre los escolares. Según el Estudio General de Medios (EGM), en los colegios privados no concertados es mayor el porcentaje de alumnos que usa Internet (57%) que en los centros privados concertados (32,4%) y que en los centros públicos (22,1%). Todas las comunidades autónomas cuentan con programas propios para acercar las nuevas tecnologías a su población escolar. Entre ellos, el proyecto Mentor en Extremadura y Asturias; el proyecto Siega en Galicia, el Medusa en Canarias; Interaulas en Cantabria o, en Murcia, Plumier.
Todos los planes tienen el objetivo de financiar las infraestructuras para que los alumnos puedan acceder desde el colegio a la red. Se trata de subvencionar la conexión rápida, casi siempre ADSL, la compra de equipos informáticos, de software educativo, y de dar a los profesores la formación adecuada.
El pasado año académico se formaron más de 12.000 profesores en el uso y aplicación de las nuevas tecnologías a la enseñanza. Según el Eurobarómetro, el 50% del profesorado español ya está formado tecnológicamente, porcentaje que supera la media de la Unión Europea, que es de un 40%. Los proyectos regionales se han desarrollado antes del plan Internet en la escuela, y, por tanto, sin ayuda estatal. Ahora, los gobiernos autónomos esperan que les llegue algo de esos 272 millones de euros presupuestado por el Gobierno. El dinero va dirigido a 17.500 centros, 420.000 profesores y 5.400.000 alumnos de enseñanza primaria, ESO, Bachillerato y Formación Profesional, de los centros financiados con fondos públicos en toda España.
Cole viejo, cole nuevo
El Museo Pedagógico de Huesca muestra cómo era un colegio español desde Alfonso XIII hasta épocas más recientes. Allí se ha recogido todo tipo de material educativo, como el retrato del general Franco, que presidía cada aula durante su dictadura, junto a sagrados corazones sangrantes, negritos y chinitos en forma de huchas del Domund, plumas, pupitres de madera, batas, enciclopedias, catecismos y mapas del mundo con la mitad de países que ahora. En vísperas de iniciar su año académico 2002-2003, tres chicas acudieron al museo oscense con sus actuales herramientas: ordenadores portátiles y teléfonos móviles. Por si no hubieran llamado la atención hace 50 años con su equipaje tecnológico, su ropa les hubiera valido un cero en urbanidad: zapatillas deportivas, pantalones vaqueros, camisetas de colorines y de manga corta y unos pelos largos y sueltos. Los tiempos mejoran.
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