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La política antiterrorista irrumpe en el debate electoral de Alemania

Con ambos candidatos emparejados en las encuestas y los dos grandes temas que centraron la atención en las dos últimas semanas (la reconstrucción tras las riadas y la lucha contra el paro) ya muy vistos y oídos, la campaña electoral alemana parecía tomar un nuevo rumbo ayer con una fuerte polémica sobre la seguridad interna y la lucha antiterrorista.

En vísperas del segundo y último debate televisivo entre el canciller socialdemócrata (SPD) Gerhard Schröder y su contrincante democristiano (CDU/CSU), Edmund Stoiber, la discusión tiene que ver con la detención, el jueves, de una pareja turco-norteamericana que, supuestamente, pretendía atentar, en el aniversario del 11 de septiembre, contra un supermercado estadounidense en Heidelberg.

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Según informaciones de prensa, una amiga de la presunta terrorista alertó a las autoridades. Su amiga le había advertido de que no se acercara el miércoles al supermercado, porque allí iba a suceder algo. El novio de la detenida es un turco de 24 años, en cuyo piso se encontraron grandes cantidades de productos químicos y cinco rudimentarias bombas. Hay versiones contradictorias sobre el perfil de este hombre. Según unos, es un 'musulmán muy estricto'. Según otros, era conocido por su 'modo de ser relajado' y su afición por la cerveza y la marihuana.

Igualmente se ignora si se trata de un terrorista individual o si, por el contrario, forma parte de una red islamista. Esta segunda tesis fue sostenida por el responsable de Interior en el equipo que rodea a Stoiber, Günther Beckstein. Según él y otros líderes conservadores que se pronunciaron ayer -entre ellos el mismo Stoiber-, el Gobierno no ha hecho lo suficiente para salvaguardar la seguridad interna. En caso de ganar las elecciones dentro de dos semanas, los conservadores prometen a sus electores la expulsión inmediata del país de sospechosos de terrorismo y la inclusión de características biométricas, como huellas digitales o rasgos faciales, en los documentos de identidad. El actual Gobierno tiene planes similares, pero todavía no los ha puesto en práctica.

También ayer, otro tema, igualmente relacionado de manera in-directa con el 11-S, volvió a cobrar importancia: la postura alemana frente a un eventual ataque contra Irak y la manera cómo esta discusión repercute en las relaciones con Washington.

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Stoiber acusó ayer al Gobierno rojiverde, que lleva días promulgando que ni siquiera participará en un operativo que cuente con un mandato de la ONU y que no se subordinará a EE UU, de poner en peligro, con esta manera de decir las cosas, la amistad con la superpotencia. 'Aparentemente, Schröder intenta ganar votos con esta postura. Es una actitud completamente irresponsable que renuncia a una postura europea común y resta fuerza a la presión sobre Sadam Husein', afirmó también Wolfgang Schäuble, responsable de Exteriores y Defensa de los conservadores.

Si estas polémicas inclinan la balanza a favor de uno u otro candidato está por verse. 'En Alemania nadie gana elecciones con un solo tema', recordó esta semana un investigador. Ambos candidatos se encontrarán hoy en el segundo y último debate televisivo.

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