Circuit se consolida en Barcelona como el mejor escaparate de moda alternativa

La celebración de la sexta convocatoria de Circuit y la inclusión en el programa de la Pasarela Gaudí de Moda Fad, constituyen todo un lujo para la moda que se presenta actualmente en Barcelona y un escaparate de promoción internacional. Mientras que Gaudí apuesta por las creaciones de los diseñadores más consagrados y favorece la imagen de la industria, Circuit da la cara ante un público joven que tiene en la moda otro de sus canales de expresión. Sus propuestas prometen la vuelta al universo naïf con prendas nada convencionales.

Moda Barcelona ha hecho coincidir la celebración de su pasarela más comercial con la del Circuit, que patrocina, para mantener el interés creativo durante sus últimas jornadas. Atrás quedaron las aportaciones de los grandes creadores, la exquisitez de Font, el acierto de Miró en sus propuestas femeninas, la alegría de los volantes de Victorio & Lucchino y la feminidad de la prendas de Lydia Delgado, y, por supuesto, el desplante de la niña Bush. La Pasarela Gaudí dedica sus últimas jornadas a presentar los trabajos de sus firmas más comerciales, entre las que destacan los de Mercedes de Miguel con Anne Igartiguri, Pepe Arellano y Jota + Ge.

Circuit, que se estrenó con el desfile Miró Jeans en el Delfinari del zoo, se presenta como un espacio creativo, artístico y multidisciplinar, que tiene en la moda uno de sus escaparates; también montan instalaciones de arte, videoproyecciones, danza, degustaciones y fiestas-concierto con algunos de los disc jockeys más cañeros de Portugal, país al que este año Circuit dedica su temática, Aquàtic.

Ion Fiz, Gabriel Torres y Hergenhahn, que presentó una elaborada colección de punto, han sido hasta ahora sus mejores exponentes.

Ion Fiz llevo a su desfile al tenista Albert Costa y contó un cuento entrañable por el que desfilaron las muñecas Nancy y Rosaura estampadas sobre todo tipo de prendas: camisetas que hablan, faldas vueltas del revés, bragas antiguas transformadas en shorts a la última. Insiste en la estética del desaliño y la dejadez estudiada; con la tela vaquera, que no ha destrozado demasiado, realiza prendas, unas veces convencionales, como chaqueta y pantalones de campana, otras provocadoras, como los pantalones cortados a media nalga. En conjunto, una oferta interesante en la que además del color, blanco, negro, rojos y fosforitos, destaca el sentido del humor.

Para otro de los escogidos, Gabriel Torres -los tres desfilaron en el convento de Sant Agustí-, llegó el momento de vestir al hombre con transparencias, anudarle una falda pareo al estilo oriental o colocarle unos pantalones con clara tendencia árabe. Torres cuenta con el rojo, el negro y el blanco para estampar pintura de la manera más artesanal, consiguiendo efectos de currante de brocha gorda. A la inversa, construye nuevas prendas ceremoniales siguiendo sus propias leyes creadoras, y aquí aparece otra vez la influencia de neoplasticismo, que si en la pintura tuvo a Mondrian como a uno de sus máximos exponentes, en la moda tuvo a Courrèges.

Con Pasa Fad, un desfile en el antiguo hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en el que los alumnos más aventajados de las escuelas de diseño presentaron sus propuestas para este invierno, el Merka Fad, especie de mercadillo en el que se venden esas mismas prendas (ambas actividades de Moda Fad), y la entrega de tres premios de 3.000 euros por parte de Moda Barcelona a los mejores, el diseño de cantera tiene también aquí una excelente pista de despegue.

Los más jóvenes ven la moda en su estado puro, como un juego inventado por ellos en el que se pueden permitirse todo tipo de excentricidades: costuras vueltas, prendas desgarradas, mezcla de telas antiguas y / o usadas con las más nuevas, valiéndose de la técnica del patchwork, e introduciendo la gráfica como modo de expresión directo.