Comienza el derribo del histórico teatro Maravillas, cerrado en 1999

La excavadora reduce estos días a escombros el histórico teatro Maravillas, levantado a finales del siglo XIX en la calle de Manuela Malasaña (Centro). El local, cerrado hace tres años por deficiencias en el sistema de seguridad, será reconvertido en un hotel con 64 habitaciones y una nueva sala de espectáculos con 450 butacas, tal y como aprobó el Ayuntamiento en septiembre de 2001. El inmueble goza de protección ambiental, lo que obliga a que el diseño del nuevo edificio esté acorde con su entorno.

El teatro Maravillas, que tiene 1.500 metros cuadrados, dará paso en su planta baja a una sala de espectáculos con 450 butacas; encima se levantará un hotel de tres estrellas con 64 habitaciones, según explicó ayer el gerente de Urbanismo, Luis Armada. 'El plan general obliga a mantener el uso del teatro en esta parcela', afirmó Armada. Además, el inmueble tiene protección ambiental, que permite la demolición, pero exige que la construcción del nuevo edificio sea acorde con el entorno (en este caso, el barrio de Maravillas, en el distrito Centro). El Ayuntamiento concedió la licencia de sustitución el pasado 28 de junio, y hace unos días una importante cadena hotelera comenzó la demolición.

'Estamos en contra de que la prioridad en este proyecto sea el hotel. Hubiese sido mejor mantener para todo el inmueble el equipamiento cultural. El Ayuntamiento tiene que controlar que esa sala de espectáculos vaya a funcionar de verdad', exigió la portavoz municipal de IU, Inés Sabanés. Para el presidente de la Asociación de Empresarios Teatrales de Madrid, Alejandro Colubi, el edificio estaba 'viejo y flojo'. 'Desconozco el proyecto de reforma, pero con el derribo del Maravillas gana el teatro y la propia ciudad de Madrid', aseguró Colubi.

Sistema intiincendios

La histórica sala fue cerrada por orden del Ayuntamiento en febrero de 1999 al detectarse deficiencias en el sistema antiincendios y en las salidas de emergencia, según explicó entonces la Junta Municipal de Centro. En aquel momento, el teatro acogía la representación de la obra Visto y no visto, del dúo de humoristas Faemino y Cansado. Fue el último de la larga serie de montajes, obras de teatro y proyecciones cinematográficas que había albergado la sala Maravillas durante las tres décadas finales del siglo XX. Aunque la historia del teatro se remontaba a cien años atrás: por su escenario pasaron artistas como Sarah Bernhardt, Rosario Pino y la compañía de teatro cómico Alba-Bonafé.

En julio de 1979, un atentado con bomba causó destrozos en la calle de Manuela Malasaña y dañó seriamente la estructura del inmueble. Desde entonces la sala se había visto aquejada por problemas de diversa índole.

En 1993, el teatro recibió una subvención del Gobierno regional de 48.000 euros para rehabilitarlo. Pero el dueño del Maravillas en ese momento, Luis García Ramos, tras recibir parte de la subvención, pidió que se descatalogase el local para poder construir en su lugar 37 apartamentos. Seis años después, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, estudió también la posibilidad de hacer pisos en el solar del Maravillas, justo después de la clausura del local. Ambas iniciativas fueron finalmente desestimadas.