Aclaración

Me dirijo a usted a raíz del artículo Moscú coquetea con el 'eje del mal', que ha sido publicado el pasado 25 de agosto en el que entre otras cuestiones se hace referencia a supuestos acuerdos multimillonarios de Rusia con Irak.

Al respecto me veo obligado a aclarar que en realidad se trata de un documento que se titula Programa de desarrollo a largo plazo del comercio y la cooperación económica, industrial y científico-técnica entre la Federación de Rusia y la República de Irak. Las principales disposiciones de este documento fueron acordadas durante la visita oficial a Moscú del primer ministro iraquí T. Y. Ramadán en abril de 2001, lo que nunca se ha ocultado y en su tiempo fue divulgado por el MAE de Rusia en su comunicado de prensa. Actualmente, el proyecto del programa está definitivamente acordado y, en principio, listo para la firma. Pero la fecha concreta aún no se ha discutido hasta el momento con la parte iraquí.

Este programa refleja un proceso normal de cooperación interestatal que de ningún modo vulnera los intereses de terceros países. Lo importante es que las disposiciones del programa de desarrollo no contradicen en absoluto a las exigencias del régimen de sanciones impuestas sobre Bagdad y, subrayo, de ningún modo suponen una reanudación de la cooperación técnico-militar entre Rusia e Irak.

En cambio se plantean las prioridades en desarrollar a largo plazo (se estima en 10 años) una colaboración en la esfera económica que permita asegurar la presencia de las compañías rusas en el mercado iraquí tanto en la etapa actual, como después de un eventual levantamiento de sanciones. De hecho, el programa en cuestión estimularía la cooperación en aquellos sectores de la economía iraquí, que tradicionalmente han contado con una fuerte presencia de compañías y expertos de Rusia. Entre éstos figuran extracción de gas y petróleo, agricultura, piscicultura y riego, electroenergética, transporte y comunicaciones, sanidad, etcétera.

En lo que se refiere a volúmenes de esta posible cooperación -en los medios aparecieron cifras de 40.000 o 60.000 millones de dólares-, se trata de opiniones de unos 'expertos independientes' respecto a los proyectos cuya realización sólo supone el programa. El mismo documento, como es un entendimiento marco, no incluye ninguna cifra determinada.

por el MAE de Rusia en su comunicado de prensa. Actualmente, el proyecto del programa está definitivamente acordado y, en principio, listo para la firma. Pero la fecha concreta aún no se ha discutido hasta el momento con la parte iraquí.

Este programa refleja un proceso normal de cooperación interestatal que de ningún modo vulnera los intereses de terceros países. Lo importante es que las disposiciones del programa de desarrollo no contradicen en absoluto a las exigencias del régimen de sanciones impuestas sobre Bagdad y, subrayo, de ningún modo suponen una reanudación de la cooperación técnico-militar entre Rusia e Irak.

En cambio se plantean las prioridades en desarrollar a largo plazo (se estima en 10 años) una colaboración en la esfera económica que permita asegurar la presencia de las compañías rusas en el mercado iraquí tanto en la etapa actual, como después de un eventual levantamiento de sanciones. De hecho, el programa en cuestión estimularía la cooperación en aquellos sectores de la economía iraquí, que tradicionalmente han contado con una fuerte presencia de compañías y expertos de Rusia. Entre éstos figuran extracción de gas y petróleo, agricultura, piscicultura y riego, electroenergética, transporte y comunicaciones, sanidad, etcétera.

En lo que se refiere a volúmenes de esta posible cooperación -en los medios aparecieron cifras de 40.000 o 60.000 millones de dólares-, se trata de opiniones de unos 'expertos independientes' respecto a los proyectos cuya realización sólo supone el programa. El mismo documento, como es un entendimiento marco, no incluye ninguna cifra determinada.