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Reportaje:

El parque aeronáutico de Sevilla coge aire

Cinco empresas reservan suelo al calor de los proyectos de Airbus en Andalucía

Alejandro Bolaños

El Gobierno andaluz quiso fomentar, de la mano de los proyectos de Airbus, el renacimiento de la industria aeronáutica en la región -pujante en los años treinta, en crisis terminal en los ochenta-, y anunció en 1999 la apertura de un parque empresarial junto al aeropuerto de San Pablo. Apenas seis meses después, la Junta aseguró que ya tenía apalabrada la compra de todas las parcelas por casi una veintena de firmas. Pero el globo se desinfló en abril de 2001, cuando se comprobó que sólo se había formalizado una propuesta. El parque aeronáutico tuvo que abortar y esperar mejores tiempos. Ahora, con los proyectos de Airbus (el A400M y el superavión de transporte civil A380) mucho más cerca de ser realidad, el viento vuelve a soplar de cola.

El rechazo de CASA a instalarse en los terrenos promocionados por la Junta de Andalucía hizo fracasar la primera oferta de suelos

La Junta atribuyó la salida en falso del parque aeronáutico a los vaivenes de CASA, la rama española del consorcio europeo EADS, que posee el 80% de Airbus. CASA-EADS se había hecho ya entonces con el ensamblaje del A400M y buscaba terreno para construir una nueva factoría. El Ejecutivo andaluz dio por hecho que la compañía ocuparía más de siete hectáreas en el parque aeronáutico. Y a rebufo del gigante aeronáutico se apuntaron la norteamericana Ralee, la francesa Beat y varias firmas españolas, entre ellas la vasca Gamesa y la sevillana Tada. Pero CASA-EADS se desmarcó: negó compromiso alguno y adujo que necesitaba que los suelos estuvieran junto a las pistas del aeropuerto para poder probar los aviones ensamblados. Y el efecto dominó se volvió en contra del parque aeronáutico.

A pesar de las turbulencias, la Junta y el Ayuntamiento de Rinconada, municipio en el que se ubica el parque, siguieron adelante con el proyecto de ofrecer suelo barato (84,1 euros el metro cuadrado) equipado con alta tecnología. En octubre de 2001 comenzaron las obras de acondicionamiento, valoradas en 14 millones de euros. Entretanto, el nuevo consejero andaluz de Desarrollo Tecnológico, José Antonio Viera, ordenó retomar los contactos con las empresas y abrir un nuevo plazo de ofertas.

De CASA-EADS, Viera sólo ha conseguido el compromiso de que su sección de ingeniería se instale en el centro de innovación que se levantará en el parque. Pero Gamesa sí renovó su apuesta: comprará 2,5 hectáreas, donde invertirá 22,6 millones para fabricar componentes (ya tiene encargos de Boeing y Bombardier) y construir su propio centro de I+D. Y la reciente confirmación de que Andalucía captará muchas horas de trabajo de los dos principales proyectos de Airbus ha reabierto el goteo de reservas.

El consorcio europeo decidió en mayo que, además de asignar a CASA-EADS el ensamblaje de los 196 aviones de transporte militar, Sevilla también se convierta en su tercer centro de referencia, tras Toulouse y Hamburgo: los vuelos de prueba del A400M, la formación de tripulaciones y los nuevos contactos se harán en la capital hispalense. Además, el presidente de la aeronáutica española, Francisco Fernández, anunció en julio que el diseño definitivo del avión estará listo a finales de año y la factoría de ensamblaje se construirá en 2003.

El dinero público ha hecho mucho por acelerar la puesta en marcha de los proyectos de Airbus: entre la Junta y el Gobierno central pondrán casi la mitad de los 400 millones que le costará a EADS-CASA la renovación de las factorías de Tablada, San Pablo (Sevilla), Puerto de Santa María (Cádiz), la construcción de la planta de ensamblaje del A400M y la ampliación de la de Puerto Real (Cádiz) donde se montarán piezas del A380.

Campaña en Europa

La fiebre aeronáutica es tal en Sevilla que, en su primer curso de existencia, la demanda de plazas de Ingeniería Aeronáutica ha obligado a una nota de corte de 7,98, la más alta entre las universidades andaluzas. Y es que a finales de esta década los proyectos de Airbus generarán trabajo suficiente para mantener 2.200 empleos directos y 8.200 indirectos en Sevilla y Cádiz, cuya industria aeronáutica superará así los 35.000 puestos de trabajo, la mayoría en subcontratas. Un imán que ha vuelto a atraer a empresas al parque en su nueva etapa: además de Gamesa, ya han anunciado reservas otras cuatro firmas (IEA, Elimco, Magtell y Stramer) que ocuparían el 15% del suelo. Eso sí, para evitar nuevos tropiezos, la Junta hará este otoño una campaña de promoción en las capitales europeas de la aeronáutica, Toulouse, Hamburgo, Bremen y Londres, y también venderá el parque en Madrid, Bilbao, Barcelona y Valencia con el objetivo de poner el cartel de completo en 2003.

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