Dos millones de personas mueren cada año por prácticas laborales no sostenibles

Cada año mueren dos millones de personas por prácticas laborales no sostenibles (más que por el sida y más que en las guerras), 12.000 de ellos niños, y en 340.000 de esos casos de muerte la causa está en las sustancias químicas, según datos de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). A diferencia de la cumbre de Río, directamente volcada en el medio ambiente, las condiciones de trabajo y la seguridad laboral son cuestiones clave en la cumbre de Johanesburgo, junto con el capítulo económico y el medioambiental.

El Plan de Acción que se está negociando incluye varias cuestiones clave en este ámbito que afecta a los 2.200 millones de trabajadores que hay en el mundo (1.800 millones en los países en vías de desarrollo y el resto en los industrializados).

En la parte positiva, de lo ya conseguido, los representantes de la CIOSL destacan el acuerdo sobre salud laboral que se alcanzó en la reunión preparatoria de Bali, cuando la UE estuvo presidida por España, que establece reforzar y promover los programas de la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud para reducir las muertes, lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo. El problema es que estas normas internacionales que establecen regulaciones de las condiciones de trabajo no se aplican en numerosos países y sectores donde son frecuentes las jornadas de trabajo extraprolongadas, el empleo infantil y los trabajos peligrosos.

Regulación y derechos

Entre las cuestiones laborales atascadas en la negociación, la CIOSL, en cuyo nombre ha hablado esta semana ante el plenario la noruega Trine Lise Sundnes, están pendientes la inclusión o no en el Plan de Acción de Johanesburgo de los convenios de la OIT y la denominada responsabilidad corporativa de las empresas que, según los sindicatos, debe ser muy clara en cuanto a los derechos humanos, el medio ambiente y las regulaciones laborales, y al sistema de vigilancia de cumplimiento de los acuerdos que se adopten.

Respecto a las posturas negociadoras de las delegaciones, Joaquín Nieto, de Comisiones Obreras, y otros miembros de la delegación de la CIOSL en la cumbre, sostienen: 'La UE no se opone a nuestras reivindicaciones, aunque tampoco ha hecho de ellas una bandera, dado que hay muchas empresas europeas que no respetan los mínimos estándares laborales al establecerse en otros países'. EE UU no se pronuncia abiertamente al respecto y los países en vías de desarrollo están divididos en sus posiciones sobre las cuestiones laborales en el desarrollo sostenible, con China con una firme oposición a integrar las normas OIT en el plan de acción.