Tensión en Mendavia con los inmigrantes, tras ser acuchillados cuatro vecinos
El alcalde convocó un pleno extraordinario y exigió a los vecinos 'respeto' con los inmigrantes
El Ayuntamiento de la localidad navarra de Mendavia ha hecho un llamamiento a la calma y ha pedido a sus vecinos que no se tomen la justicia por su mano contra la población inmigrante que reside en el pueblo. Cuatro vecinos magrebíes de este municipio se han visto obligados a abandonar temporalmente el pueblo, después de que acogieran en su casa a otro inmigrante magrebí que huía de una persecución vecinal tras haber apuñalado a cuatro jóvenes.
Centenares de vecinos cercaron el domicilio y, como medida precautoria, los cuatro magrebíes, que nunca habían provocado problema alguno, se marcharon.
Los hechos que han llevado en esta revuelta vecinal comenzaron con una típica pelea de un pueblo en fiestas, ocasionada por un empujón en una verbena, la madrugada del pasado martes. La refriega concluyó con el acuchillamiento de cuatro jóvenes de Mendavia por parte de K. A., un vecino de origen magrebí de 30 años, que les atacó con una navaja en la Plaza de los Fueros, causándoles heridas de diversa consideración en el pecho, el costado, las piernas y las manos. Los cuatro heridos, ingresados en hospitales de Pamplona y Estella, evolucionan satisfactoriamente a pesar de la gravedad de algunas de las heridas, que requirieron intervención quirúrgica.
A consecuencia de la pelea, la verbena se suspendió y el agresor huyó de la plaza perseguido por muchos vecinos. Optó por acudir a la casa en la que residían cuatro compañeros magrebíes, en la avenida de la Estación. Éstos le acogieron en el piso, ignorantes de lo ocurrido, mientras el inmueble era rodeado por más de 300 vecinos que exigían que les entregaran al agresor. La Guardia Civil tuvo que pedir refuerzos para garantizar la seguridad de K. A. tras su detención.
La consecuencia de los incidentes, que se saldaron con varias puertas del edificio rotas y diversos objetos arrojados por las escaleras para impedir que los vecinos asaltaran el piso, ha sido que los cuatro magrebíes se han visto obligados a abandonar Mendavia temporalmente. El propietario del inmueble ha reconocido que nunca tuvo problemas con los ocupantes de la vivienda, ni de convivencia ni de pago del alquiler. Aun así, se han visto obligados a dejar su vivienda y sus trabajos en el pueblo para evitar posibles agresiones.
'Vacío social'
Samuel Caro (PSN-PSOE), alcalde de Mendavia, convocó un pleno extraordinario tras lo ocurrido. Alcalde y concejales intentaron apaciguar los ánimos de muchos vecinos, que exigían la expulsión del pueblo de los inmigrantes sin papeles o sin trabajo y hacerles el 'vacío social'.
El comunicado oficial aprobado por los grupos municipales (PSN-PSOE, UPN, IU e independientes) pide serenidad a los vecinos, confianza en la acción de la justicia y exige 'ser respetuosos con los inmigrantes, igual que ellos deben mostrar un respeto con el resto de los vecinos'. Los asistentes al pleno, muy crispados, mostraron su disgusto por los términos del acuerdo e increparon a los concejales.
El agresor, que residía en Mendavia desde hacía más de un año y trabajaba en una empresa conservera local, ha pasado a disposición judicial. Mendavia tiene 3.700 habitantes y un censo de residentes extranjeros de 300 personas, a las que se suman, según datos municipales, otros 200 inmigrantes no empadronados que trabajan en tareas agrícolas. El alcalde ha resaltado que la convivencia vecinal es correcta, aunque ha reconocido que algunos inmigrantes adoptan actitudes agresivas con el uso de navajas en determinadas circunstancias
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.