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PATRIMONIO

Los vecinos de Tielmes recrean en un museo la atmósfera de las antiguas escuelas rurales

El presidente de la Comunidad inauguró ayer el centro, que recoge más de 3.000 objetos

El pequeño municipio de Tielmes (a 42 kilómetros de Madrid) inauguró ayer su primer museo. Se trata de una vieja escuela rural del siglo XIX. El museo recrea el colegio durante la primera mitad del siglo XX, con sus viejos mapas de relieve en escayola, sus pupitres corridos de madera, los tinteros, la palmeta... En la planta de arriba se ha reproducido con exactitud la casa del maestro. Es un lugar lleno de detalles y de vida, y los más de 3.000 objetos inventariados han sido cedidos o regalados por los vecinos del pueblo (2.000 habitantes), que se han volcado en este proyecto.

La rehabilitación de esta escuela ha costado 120.202,42 euros, de los que 24.040,48 han sido puestos por el Ayuntamiento y el resto por la Comunidad de Madrid y Aracove (Asociación para el Desarrollo Rural de la Comarca de las Vegas).

Al acto de inauguración asistieron ayer el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, los consejeros de Economía y de las Artes, Luis Blázquez y Alicia Moreno; el presidente de Aracove, José María Cepeda y las autoridades locales, acompañadas por centenares de tielmenses.

'El museo ha nacido con el objetivo de recuperar y mostrar el modo de vida de nuestros antepasados. Permite conocer cómo era la vida cotidiana en el Madrid rural de los años treinta y cuarenta', dice orgulloso el alcalde de Tielmes, Miguel López del Pozo (PP).

La estrecha escuela muestra sus paredes pintadas de cal blanca, sus largos bancos corridos de madera, un descolorido globo terráqueo, cuadernos en las mesas, las carteras en el suelo... Es un homenaje al que fue durante siglo y medio el único centro escolar de Tielmes. 'Era el colegio que hubo desde principios del siglo XIX hasta 1945, cuando se cerró. Era una escuela de chicos, porque casi ninguna chica estudiaba y las pocas que lo hacían iban al hospital', cuenta la historiadora Isabel Redondo, concejala de cultura de Tielmes.

El edificio restaurado, que estaba en ruinas, es un inmueble propiedad del Ayuntamiento. Con 341 metros cuadrados de superficie, consta de dos plantas, con fachada porticada y una gran galería balconada de madera, típica de la zona, que se asoma a un amplio jardín, que antiguamente fue el patio del recreo. En la planta baja está la escuela, la cocina con el fuego encendido, la hogaza de pan sobre la mesa, los botes y conservas y los aperos de labranza. Enfrente, el comedor que se usaba los domingos, con la mesa puesta, los retratos de familiares en las paredes... En la planta superior están las habitaciones, con la ropa colocada en los armarios y los juguetes de los niños esparcidos.

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'El museo tiene más de 3.000 piezas, cedidas por unos 120 vecinos. Ha sido un proyecto muy participativo', explica Redondo. Ratifican sus palabras varias vecinas: 'Hemos disfrutado mucho. Hemos puesto patas arribas las casas para encontrar objetos antiguos', dicen. Así, han encontrado desde cerillas de hace 50 años, hasta catecismos de Ripalda o viejos manuales de urbanismo y moralidad.

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