La UE intenta salvar la cumbre de la Tierra

'Espero que haya resultados: habrá un acuerdo y un compromiso que poner en marcha', añadió Pronk al dar a entender que estas conversaciones preliminares han dado un giro al tono de pesimismo que había dejado la última sesión preparatoria de la cumbre celebrada en Bali. Estas declaraciones y el comunicado divulgado por la UE favorecieron ayer un clima de moderado optimismo ante la inauguración hoy de la cumbre en la que participan 180 países, entre ellos 104 representados por sus respectivos jefes de Estado o de Gobierno. No estarán George Bush ni José María Aznar. Los países de la UE, que presionan para el logro de compromisos concretos frente a la estrategia encabezada por EE UU para evitarlos, admitieron que los textos base de negociación sobre financiación, globalización y comercio son más avanzados que los logrados en Bali.

Los objetivos de la cumbre son ambiciosos, porque, como dijo ayer Pronk, 'el mundo debe decidir entre dos paradigmas: los que quieren mantener su propia seguridad alejándose de los ilegales que amenazan su mundo y los que quieren hacer del mundo un solo hogar seguro para todos'. De momento, las organizaciones no gubernamentales insistieron ayer en que todavía no se puede cantar victoria y advirtieron sobre el peligro de que el debate sea secuestrado por los responsables de la economía.