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Reportaje:SÉPTIMO SALÓN DEL ANTICUARIO DE MARBELLA

Lujos del pasado

Lienzos de Picasso, Miró o de autores anónimos del siglo XVI, estatuas bañadas en bronce de la época napoleónica, tapices de hace 500 años o colmillos de marfil de más de un metro de altura son algunos de los lujos que se pueden encontrar en el Salón del Anticuario de Marbella, que se celebra en el Palacio de Congresos de la localidad malagueña. Un certamen que desde hoy y hasta el 8 de septiembre reúne a 30 de las más afamadas galerías de antigüedades de España y que se puede visitar por cuatro euros.

En su séptima edición, el Salón marbellí pretende consolidarse como uno de los más importantes de España en la calidad y cantidad de los productos expuestos. 'Creo que ahora sólo nos superan los salones de Madrid y Barcelona. Los anticuarios se acercan a Marbella porque ven rentabilidad y clientes potenciales. Hay que tener en cuenta que éste es un municipio con un nivel adquisitivo bastante alto', explica José María Gómez, director del Salón.

Los precios no están al alcance de los bolsillos más modestos. Gran parte de los objetos a la venta superan los 6.000 euros. El más caro de todos es una estatua de una diosa oriental realizada enteramente en marfil en el siglo XI y cuyo precio de venta es de 480.000 euros. 'Se trata de una pieza única que hemos traído directamente desde Hong Kong', explica Alfredo Jiménez, de la galería madrileña El Desván de Argüelles. Añade que la ha reservado 'un año y medio' en su tienda hasta poder exponerla en el salón marbellí porque 'el cliente que viene aquí es muy exigente y nos obliga a traer las mejores piezas'.

La galería Leonor y Victoria de Lecea, también madrileña, presume de tener 'bastantes cosas de Picasso, Miró o Chillida', relata Miguel Espel, su propietario. El precio de estas obras, todas ellas dibujos o grabados de pequeñas dimensiones, se mueve 'entre los 30.000 y los 60.000 euros', afirma. De las obras de Picasso destaca Le Tricorne, una carpeta-portafolio con 32 dibujos que el pintor malagueño realizó en París en 1920.

Los galeristas, que suelen adquirir sus productos en las subastas de arte, reconocen que en esta actividad se maneja 'mucho dinero' por el precio de las piezas. Sus principales enemigos, en este caso, son los fabricantes de obras falsas, aunque Carlos López, de la galería Lady Anne, entiende que a los coleccionistas de antigüedades 'es muy difícil engañarle, ya que a menudo entienden más que el propio vendedor'. Añade que 'ni siquiera es rentable hacer imitaciones muy buenas de estas obras, porque cuestan lo mismo que adquirir la pieza auténtica'.

Arts&Antiques es la única galería que expone tapices, en concreto ocho tapices traídos de una colección privada de Nueva York. Las telas, de más de dos metros de alto y cuatro de ancho, son de los siglos XVI, XVII y XVIII y su origen está en los Países Bajos y Audenarde (Francia). El precio de cada tapiz es de 'unos 130.000 euros', según Andrés Gómez, responsable de la galería. Un paseo por el Salón muestra la gran variedad de obras reunidas. Jarrones, libros y porcelanas también se reparten por las casetas. En total son más de 12.000 piezas que convierten al recinto marbellí en un gran museo durante estos días.

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