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Dos cuadros de Julio Romero de Torres recobran su esplendor en Córdoba

Dos cuadros poco conocidos de Julio Romero de Torres (1874-1930), un retrato del rey Alfonso XIII y otro del doctor León Torrellas y Gallego, datados en torno a 1925, están siendo restaurados por la escuela-taller La Merced IV, promovida por la Diputación de Córdoba, la propietaria de las dos obras. Cuando concluyan los trabajos, las piezas se exhibirán en la exposición sobre el artista cordobés que, según está previsto, debe reunir un centenar de sus pinturas en Córdoba en la primavera de 2003.

Como explicó ayer Ana Laura de Santiago, encargada del módulo de Restauración y Dorado de la escuela-taller, los dos retratos presentaban 'algún remiendo', pero se encontraban, en general, en buen estado de conservación. 'Con el paso del tiempo', señaló la especialista, 'los barnices se han oscurecido y los repintes han cambiado de color: Es lo normal, no hemos tenido ningún problema'. De Santiago no precisó cuándo acabarán las labores, más avanzadas en el caso del cuadro de Alfonso XIII que en el del doctor Torrellas. 'A esto no se le puede meter prisa', advirtió.

No es mucho lo que se sabe de estas pinturas. Aunque se ha documentado una visita de Alfonso XIII al taller cordobés de Romero de Torres en enero de 1925, no consta que el rey posase para su retrato: 'No, no está hecho del natural, sino a partir de otros cuadros', afirmó Ana Laura de Santiago. El monarca aparece ocioso, con la mirada elegantemente perdida en el vacío; el médico, por el contrario, está rodeado de instrumentos quirúrgicos, tiene una mano sobre el pecho de un cadáver y clava unos ojos intensos y desasosegantes en el observador.

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