Las obras para un tanatorio en Carabanchel que rechazan los vecinos se inician con la tala de 50 árboles

Las obras para edificar un tanatorio privado junto al cementerio de Santa María, en terrenos que los vecinos consideran pertenecientes al parque del Alto de San Isidro, en el distrito de Carabanchel, se iniciaron ayer con la tala de medio centenar de árboles.

Así lo denunció la portavoz municipal adjunta del PSOE, Cristina Narbona, y lo reconoció, además, la empresa Interfuneraria, encargada de ejecutar el proyecto. Desde las 12.00 de ayer un grupo de trabajadores comenzó a acotar el terreno y a arrancar pinos y álamos. En total, y según cálculos de personal municipal del PSOE y de representantes vecinales, se cortaron cerca de 50 árboles, aunque el objetivo, según explicó Alberto Álvarez, consejero delegado de la empresa Interfuneraria, es talar cerca de 80.

Tanto la portavoz socialista como los vecinos acusaron al Ayuntamiento de actuar 'con alevosía', aprovechando las vacaciones estivales para evitar así la protesta de los residentes. Los vecinos se oponen a la que será la octava instalación funeraria del barrio y que, según dicen, les restará parte del parque del Alto de San Isidro.

El consejero delegado de Interfuneraria rechazó la acusación vecinal y aseguró que el trámite en los permisos ha hecho coincidir el inicio de las obras con las vacaciones. 'Pero si hubiéramos podido habríamos comenzado en julio. Nuestra idea es acabar cuanto antes', afirmó Álvarez. La construcción del tanatorio es fruto de la permuta que en abril de 2000 suscribieron el Ayuntamiento y la archicofradía Sacramental de Santa María. Mediante el acuerdo, el Consistorio cedió a ésta la parcela donde se levantará la instalación, que prácticamente se halla en el parque del Alto de San Isidro. Los vecinos han recogido 8.000 firmas contra el recinto, pero las obras ya no darán marcha atrás, pese a que dos informes municipales dudan de la legalidad del proyecto.