MARÍA BAYO REENCUENTRA LA FRESCURA DE ROSSINI

Envuelta en un halo de frescura llega María Bayo a Peralada (Girona). Con la agenda llena hasta el año 2005, la soprano navarra, que se halla en uno de los momentos más dulces de su carrera, ofrecerá esta noche en el festival gerundense, y el sábado en el Kursaal de San Sebastián, dentro de la programación de la Quincena Musical Donostiarra, un concierto dedicado a Rossini, uno de sus compositores favoritos y autor al que ha dedicado su último disco, junto al grupo Concerto Italiano, bajo la dirección de Rinaldo Alessandrini. Habla Bayo maravillas de Rossini. 'Es un compositor muy completo que va muy bien para mi voz y timbre, pero que requiere del intérprete facilidad para afrontar las numerosas agilidades que presenta', asegura. Y afirma que le apetecía ver Rossini de otra forma, con una orquesta barroca como el Concerto Italiano, que, 'pese a no modificar el estilo del autor, sí que los instrumentos originales cambian la sonoridad y su percepción', precisa.

Ésta es la segunda actuación de María Bayo en Peralada, donde debutó en 1994 con un concierto en el que interpretó arias de Händel y Mozart. Ahora vuelve después de haber cantado en los mejores teatros de ópera y con un amplio bagaje en el que Rossini supone un paso adelante en su carrera, a la vez que un regreso a sus inicios profesionales con obras de compositores belcantistas como Donizetti y Bellini, que también recupera. En marzo del próximo año cantará en el Liceo de Barcelona Il viaggio a Reims, de Rossini, ópera que asegura le apetece mucho interpretar, 'porque da mucho para hacer teatro', dice, y L'Elisir d'amore, de Donizetti, en mayo de 2004, con la que obtuvo un gran éxito en Ginebra.

Confiesa la soprano navarra sentir debilidad por la ópera bufa a la que considera más difícil en el aspecto interpretativo que las óperas dramáticas, 'aunque aparentemente se piensa que es al revés', advierte. Así, Don Pascuale y El barbero de Sevilla son dos de las óperas con las que más se divierte, dice, aunque, paradójicamente, también siente debilidad por Peleas et Melissande, de Debussy, una ópera dramática con la que asegura descubrir siempre cosas nuevas.

A partir del 28 de septiembre, María Bayo interpretará por primera vez el personaje de Donna Anna del Don Giovanni en la Trienal de Ruhr, iniciativa artística dirigida por Gerard Mortier en Alemania. Ya ha cantado el personaje de Zerlina de esta ópera de Mozart y sólo le quedará por afrontar el de Donna Elvira, papel que dice que, por el momento, 'puede esperar'. En mente tiene personajes, como Electra, de Richard Strauss, sobre la que ya ha recibido algunas propuestas, y la Marguerite del Fausto de Gounot.

Tras la publicación, a principios de este año, de su último disco, dedicado a Rossini, que recibió elogiosas críticas, la soprano navarra acaba de grabar un compacto de canción española, género que no abordaba desde hacía 10 años. El disco, todavía sin fecha de publicación, es un recital en el que Bayo, acompañada al piano por Malcom Martineau, interpreta canciones de Granados, Guridi, Toldrà, Montsalvatge y Ravel, compositor francés este último muy vinculado a España.