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Metro y la EMT reducen su flota por el descenso de pasajeros en verano

Los vecinos denuncian la reducción 'excesiva' del transporte público en el mes de agosto

Agosto, igual a menos trenes de metro y menos autobuses. Éste parece ser el lema de Metro de Madrid y la Empresa Municipal de Transportes (EMT) para desesperación de los que se quedan en agosto en la capital. Metro ha reducido sus trenes de 200 a 170 y la EMT ha retirado de las calles 550 autobuses: sólo circulan 1.100. Las dos empresas atribuyen el descenso a que en agosto, la capital se vacía. La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos denuncia que son muchos los madrileños que están en verano en la capital y que sufren la reducción del transporte público.

La agonía de un madrileño que espera un tren de metro o un autobús se acentúa durante el mes de agosto porque tanto Metro como la EMT han decidido, ante el descenso de viajeros, reducir sus servicios drásticamente, según denuncia la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM). 'Hay mucha gente que se queda trabajando en la capital en agosto o que no puede irse de vacaciones. Madrid ya no se paraliza en verano como hace unos años, y esto no lo tienen en cuenta ni en Metro ni en la EMT, que están cometiendo un auténtico abuso', denuncia Prado de la Mata, vicepresidenta de la FRAVM.

La federación, ante la avalancha de denuncias que ha recibido este verano por este asunto, ha enviado al Consorcio Regional de Transportes, organismo público que gestiona el metro, los autobuses urbanos y los trenes de cercanías, una queja por la rebaja 'excesiva' en los servicios de la EMT y del metro durante el mes de agosto.

En cambio, en ambos organismos públicos discrepan con las quejas de los vecinos. 'De los 1.650 autobuses que tenemos hemos quitado 550. En las líneas con pocos autobuses no hemos quitado ninguno. Hemos reducido en líneas con muchos vehículos como la 27 (Plaza de Castilla-Embajadores) y las líneas que van por la Ciudad Universitaria no funcionan. Pero, como no hay tráfico, los autobuses circulan más deprisa y la eficacia es mayor', afirman desde la EMT.

'La mitad de usuarios'

'Si el 27 pasa cada cinco minutos, lo que ocurre es que ahora pasa cada seis. Los que normalmente tardan 10 minutos ahora llegan en 12', agregan. Este organismo tiene contabilizado que, en un día laborable de invierno, se hacen 1.800.000 viajes. En una jornada de agosto, ese número se reduce a la mitad, según las mismas fuentes.

Los habitantes de San Cristóbal de los Ángeles, en el distrito de Villaverde, tienen el autobús número 59 para conectar con la glorieta de Atocha. No tienen metro (una de las peticiones históricas del distrito), y el autobús, junto al tren de cercanías, es el único transporte público que tienen para acceder al centro de la capital. En invierno, el tiempo de espera del autobús 59 es, como mucho, de 10 minutos. Ahora, los residentes critican que esa espera bajo el sol llega hasta los 25 minutos.

Otro ejemplo: el viernes pasado al mediodía, la cola en la plaza del Callao para coger el autobús 133, que termina en la colonia Mirasierra, era el doble de lo habitual. El vehículo tardó más de media hora en llegar y salió hacia la siguiente parada repleto de gente. 'Esto es un abuso. Estamos esperando de pie porque aquí no hay marquesina para sentarse. Esto es insoportable porque nos achicharramos con el calor', denunciaron varios viajeros, que increparon al conductor cuando subieron al vehículo. '¿Y yo qué quieren que haga, si estamos trabajando cuatro gatos?', contestó el trabajador.

Los turistas que abarrotan la zona centro y que se mueven en transporte público también se están viendo afectados por el descenso de servicios.

Mucha paciencia

Los viajeros de Metro tampoco se quedan cortos con las quejas. A las denuncias porque los trenes tardan mucho en pasar se suma otra: el tiempo que el tren se queda parado en una estación con las puertas abiertas excede 'cualquier límite de paciencia', según denuncia Beatriz, una usuaria de la línea 1. 'No sé a qué se debe, pero ya van varios días en agosto que estamos 10 minutos parados en cada estación y es insufrible', afirma esta chica.

'Si en invierno circulan 200 trenes, en agosto hay 170. La reducción ha sido testimonial y hay un 18% más de trenes si lo comparamos con los que pusimos en marcha en agosto del año pasado', aseguran fuentes de la Consejería de Obras Públicas, de la que depende Metro. 'En un día de agosto se hacen un millón de viajes, la mitad que una jornada de septiembre, y por eso hay menos trenes en funcionamiento', señalan las mismas fuentes, que aseguran que no han tenido ninguna queja este verano respecto a la frecuencia de los servicios.

Las denuncias por el tiempo de espera no son las únicas que hacen los ciudadanos sobre el transporte público en verano. La Unión de Consumidores de la Comunidad de Madrid (UCE-CM) ha recibido en julio y lo que llevamos de agosto numerosas reclamaciones de los usuarios del metro -sobre todo por parte de los que tienen que utilizar habitualmente las líneas 1, 5 y 6- por la falta de funcionamiento de los equipos de aire acondicionado de sus trenes. 'Los usuarios del metro de Madrid soportan diariamente temperaturas de más de cuarenta grados dentro de los vagones, con las molestias e incomodidades originadas por este motivo', afirmó hace unos días en un comunicado la UCE-CM. 'La compañía Metro necesita ahorrar dinero a costa de no poner en funcionamiento los equipos de aire acondicionado de sus trenes. Cuando algún usuario se queja, desde Metro de Madrid siempre se da la contestación de que el equipo se encuentra averiado y pendiente de reparación', concluye este comunicado.

Estaciones cerradas por obras

Al descenso de trenes de metro y a las denuncias por el mal funcionamiento del aire acondicionado hay que añadir este mes de agosto la suspensión del servicio en la línea 10 entre las estaciones de Fuencarral y Campamento hasta principios del próximo mes de octubre por obras en la señalización y la alimentación eléctrica. Para evitar más molestias, Metro ha puesto a disposición de los viajeros tres autobuses especiales que cubren el trayecto de la línea cortada. Por si fuera poco, Metro mantendrá cerrada la entrada de la estación de Legazpi, sita en el número 1 de la plaza del mismo nombre, mientras se prolonguen los trabajos de sustitución de las escaleras mecánicas y adecuación de la estación, necesarios tras el incendio que afectó a esta estación el pasado lunes. Un cortocircuito o el sobrecalentamiento de un rodamiento de las escaleras mecánicas causaron las llamas. Los trenes de la línea 6 (circular) no efectuarán parada en Legazpi por lo meno hasta después del verano. La consejería de Obras Públicas aprovechará para adelantar la remodelación de la estación de Legazpi. Las obras, según la consejería, comenzarán 'inmediatamente', con un coste aproximado de 3 millones de euros.

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