Tres jóvenes denuncian haber sufrido una paliza en el Maremàgnum
La entrada del local Fiesta, en el complejo de ocio Maremàgnum de Barcelona, fue escenario la madrugada del pasado 6 de agosto de una batalla campal en la que resultó herido el joven de origen dominicano Javier Ramírez Romero y, sólo ligeramente, uno de los dos amigos italiano y español con quienes Ramírez Romero intentó entrar sin éxito en el establecimiento, según confirmaron ayer fuentes policiales.
Las imágenes que ha recogido el vídeo más próximo ubicado en el complejo muestran que los presuntos agresores fueron dos porteros del Fiesta, que enseguida recibieron la ayuda de dos colegas de otros locales de la zona, el Tequila y el Tropicana. El atestado de la policía portuaria explica que el joven dominicano presentaba graves contusiones en la cara. Uno de sus dos acompañantes, el italiano Alessio Lanzoni, acabó con un pequeño corte en el dedo. No consta en las diligencias que el español José Luis Valverde fuera herido.
El hecho de que uno de los supuestos agresores (el controlador del Tropicana) sea de origen árabe, la experiencia pasada de los tres agredidos como antiguos trabajadores de otro bar de la zona, el Mojito, y la extrañeza que causó a la policía el rechazo de las víctimas a una ambulancia apuntan más hacia una pelea por ajuste de cuentas entre asiduos habituales de los ambientes de discoteca que a un incidente de tipo racista, según fuentes próximas a la investigación y contra la tesis defendida por Ramírez.
Los tres jóvenes declinaron cualquier tipo de asistencia médica cuando se acercó al lugar de los hechos un total de seis efectivos de la policía portuaria (lo que impide contar ahora con un parte médico de este cuerpo), y prefirieron acudir por su propio pie al Hospital Clínic. Ninguno de los policías, que quitaron las esposas que los porteros habían puesto al joven dominicano, apreció rastro de sangre alguno. En las fotos publicadas el pasado sábado por El Periódico de Catalunya sobre el incidente, que desveló el diario, José Luis Valverde muestra una aparatosa herida en la espalda que requirió 14 puntos. Tras salir del Clínic, los tres jóvenes denunciaron los hechos ante la comisaría de la Barceloneta.
Odissea 2000, que gestiona el Maremàgnum, eludió facilitar su versión de los hechos. La alcaldesa accidental, Imma Mayol, los 'lamentó' y pidió a los responsables del complejo que cumplan la ley y pongan los medios para evitar que este tipo de incidente se repita. Hace medio año, el ecuatoriano Wilson Pacheco falleció tras ser arrojado al mar a resultas de una paliza propinada por guardias y vigilantes del local Caipirinha.
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